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ARTÍCULOS DE OPINIÓN

CONSUMO RESPONSABLE

Joan Manuel Riera Casany

Existe la gran incongruencia de que se admite un consumo responsable, es decir aquel que significa darse el placer de fumar o beber, lo que podemos denominar un consumo moderado y prudente en el que la salud física y psíquica del  usuario se perjudique lo mínimo posible y también en algunos casos como con el vino tinto y la cerveza pueda ser beneficioso, claro esta que el tabaco y el alcohol son drogas, pero por arte de magia aunque sean drogas y de las más adictivas y peligrosas, son drogas licitas. En las ilícitas ya es otra cosa, consumo cero porque para la sociedad en las drogas ilegales no existe el consumo moderado, moderado o no todos son adictos. ¡Terrible falacia! Si en el alcohol (que es una da las drogas más adictivas) existe y conocemos quien tiene un consumo moderado en las demás también puede existir y de hecho existe. Por mucho que se esfuercen los Gobiernos y las Organizaciones Internacionales no existe defensa posible sobre la distinción entre drogas legales e ilegales y consumos responsables y abusivos e irresponsables los hay en las dos, legales e ilegales.


Últimamente y debido a los estudios que se han efectuado en Cataluña con el cannabis terapéutico (Sativex), en el que mi esposa ha participado como paciente, las campañas anticannabis se han puesto de moda y como es una droga ilícita todos se atreven a  satanizarla. Lo más grave es que la mayoría lo hacen por motivos, eolíticos, economitos o religiosos y normalmente no tienen idea de lo que hablan  y como prueba una comparación entre tabaco, alcohol y cannabis:


En un reciente estudio ingles por peligrosidad el alcohol esta en el puesto 5, el tabaco en el 9 y el cannabis en el 11. En otros estudios se clasifican: en dependencia física el alcohol la tiene muy fuerte, el tabaco fuerte y el cannabis débil. En dependencia psíquica el alcohol muy fuerte, el tabaco muy fuerte y el cannabis muy débil. En toxicidad el alcohol fuerte, el tabaco muy fuerte y el cannabis muy débil. En neurotoxicidad, el alcohol fuerte y el tabaco y el cannabis no tienen. A la vista de estos datos se hace patente que el cannabis es bastante menos fuerte y peligroso que el tabaco y el alcohol.


No solamente no tienen ni idea sino que también existen noticias falsas y exageradas para acrecentar el miedo al cannabis, no existe una información a la sociedad, y a todos los niveles, veraz y efectiva, incluyendo los estudios médicos que la mayoría de las veces están financiados por Gobiernos, Industrias, Entidades u Organizaciones de clara tendencia prohibicionista porque su lucha contra las drogas esta basada en la política de infundir miedo aunque sus razonamientos exageren exponencialmente la realidad.


Todas las drogas tienen efectivamente efectos secundarios no deseados, pero ¿es que acaso no los tienen la mayoría de medicamentos? ¿Porque esta sancionado conducir bajo los efectos de las drogas y no lo está bajo los efectos de medicamentos, cuyo folleto advierte de que es peligroso conducir bajo su efecto? ¿Porque nadie habla de los adictos a medicamentos legales si en realidad son muchos más que los de las drogas ilegales?


Cada uno se monta la película según sus propios intereses y no importa en si se cae en la aberración de dividir las drogas en legales e ilegales. Ante tamaña incoherencia no es de extrañar que se admita el consumo responsable en el alcohol y el tabaco y no se admita en las demás drogas.


A parte de las campañas para abandonar el consumo existen, y por desgracia son menos conocidas, las de Disminución de riesgos y Reducción de daños, y que las preclaras, insignes y tortuosas mentes de la defensa de la prohibición llegan a tachar de apología de las drogas, con lo cual demuestras la extrema pobreza de sus conocimientos. Lo queramos o no el consumo existe y estas campañas están enfocadas, la primera a que el consumo sea responsable y la segunda a reducir el daño que puedan hacer. Están englobadas en una eficaz campaña de prevención que a diferencia de las apadrinadas por los prohibicionistas no infunden miedo, ni castigan ni penalizan. Recientemente Energy Control ha puesto en marcha una campaña “El Ángel de la Droga” que es una campaña digna de ser elevada a asignatura obligatoria para todos los jóvenes, consumidores o no y sin lugar a dudas extensible a las demás drogas. El miedo a hacer apología de las drogas por una parte, el mal intencionado uso de la desinformación por otra y el inmenso error de la practica de la política del miedo han ocasionado el enorme desconocimiento que existe sobre drogas en la población en general. Soy un convencido de que la mayoría de los consumidores cuando empiezan a consumir no tienen ni idea de lo que toman, ni de lo que es consumo responsable, ni reducción  de riesgos, ya que también ignoran los efectos que pueden producir consumos incontrolados, siendo la falta de información y la desinformación la principal culpable de los consumos peligrosos y consecuencias nefastas la mayoría de las veces. Pero una política más humana y efectiva, no punitiva y permisiva con el consumo podría no ser efectiva si no va acompañada, a todos los niveles, con una información clara y veraz sobre ellas y para ello solo hace falta tomar como ejemplo “El Ángel de la droga”.

La he repasado varias veces y no sobra ni falta nada, justa y equilibrada, el instrumento eficaz y perfecto para la reducción de riegos y no caer en consumos problemáticos y consecuencias funestas. Digna de ser emitida por las cadenas de radio y televisión y un instrumento perfecto para que los padres y educadores conozcan la realidad de las drogas y consecuentemente sea mucho más fácil el dialogo con los hijos y educandos.

http://www.elangeldeladroga.com/


Energy Control es un colectivo que de personas que, independientemente de si consumen o no, están preocupados por el uso de drogas en los espacios de fiesta de los jóvenes, y ofrecen información con el fin de disminuir los riesgos de su consumo.


 A pesar  del empecinamiento de los Gobiernos y Organismos Internacionales en la erradicación de las drogas, la experiencia ha demostrado que es una utopía, (la primera medida prohibicionista data de 1912 en la Convención de la Haya y hasta ahora el consumo y el narcotráfico no ha dejado de aumentar  año tras año)ya empieza a ser hora de que se potencien al máximo todos los programas de Disminución de riesgos y Reducción de daños, aceptando de una vez de que el consumo es imposible que desaparezca y procurar que todo el que haya sea un consumo de placer y responsable.