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ARTÍCULOS DE OPINIÓN

MOTIVOS ECONOMICOS
Capítulo II

Joan Manuel Riera Casany
Voluntario social

El descubrimiento por científicos occidentales de las propiedades del opio y la coca es lo que ha convertido estos productos -todos procedentes de países subdesarrollados económicamente-, en el arma social y política más eficaz de todos los tiempos y en el negocio más rentable y lucrativo del mundo postmoderno

Con el cáñamo pueden elaborarse infinidad de productos se puede hablar de la utilidad del cáñamo, entre otros usos, para:

Fibras textiles (estopa), y cordajes, de gran resistencia. Semillas y aceites ricos en grasas (incluyendo omega 3) y proteínas (un 34% aproximadamente). Combustibles ecológicos (biocombustibles), lubricantes y plásticos vegetales. Materiales de bioconstrucción de gran resistencia. Celulosa para papel. Aplicaciones medicinales y cosméticas de los aceites.  Materiales aislantes, piezas plásticas y textiles para automóviles de la marca Audi y BMW, entre otras

Así los plásticos del cáñamo son biodegradables. Con el tiempo, se desintegrarán y no dañarán el ambiente. Los plásticos derivados del petróleo contribuyen a arruinar la naturaleza; ellos no se degradan y le hacen grandes daños. El proceso para producir la vasta serie de plásticos naturales del cáñamo no arruinaría los ríos y mares como Dupont y tantas otras empresas petroquímicas hacen. La ecología no armoniza con los planes de la industria petrolera y la máquina política. Los productos del cáñamo son seguros y naturales. Dupont tenía la patente del ácido sulfúrico, muy contaminante, pero utilizado en grandes cantidades en el procesamiento de la pasta de papel obtenida de la madera, con lo que Hearst era uno de sus mejores clientes. Por otra parte, Dupont acababa de desarrollar dos fibras artificiales, el rayón y el nylon, que encontraban en el cáñamo a un ecológico e incómodo competidor.

Las licoreras, tabacaleras y compañías petroleras financian con millones de dólares a la Asociación por una América Libre de Drogas y otras organizaciones similares. Todos ya hemos visto sus tendenciosos anuncios. Ahora, su insidioso lema es: 'La marihuana es más peligrosa de lo que pensamos'. Mentiras de compañías muy poderosas e influyentes que comenzaron con las de Hearst aun están vivas y coleando. Los intereses de las empresas de Hearst y las de Dupont coincidían plenamente. Dupont tenía contactos en las altas esferas de la política y las finanzas americanas, entre ellos Andrew Mellon, que era presidente del Mellon Bank, el principal proveedor de recursos financieros de Dupont. La sobrina de Mellon estaba casada con nuestro tercer personaje, Harry Anslinger, comisionado del Departamento Federal de Narcóticos, un individuo que ha pasado a la historia vinculado a varios asuntos turbios que no vienen al caso. Este fue el político ruidoso y tenaz que defendería los intereses de Hearst y Dupont, enarbolando la bandera de la moral, el patriotismo y las buenas costumbres. Dió en el Congreso encendidos discursos contra el cáñamo, pero nunca pudo presentar una prueba o un sólo estudio científico que apoyara su tesis. Repitió una y otra vez que era una droga terrible que provocaba agresividad y que debía ser prohibida. Cuando le presentaron informes médicos que decían que era imposible que tal planta provocara agresividad, sino justamente lo contrario, que aplacaba el ánimo, dijo entonces que era una planta antipatriótica, pues no permitiría tener buenos soldados. . .

Así, el trío Anslinger-Dupont-Hearst, con la ayuda inestimable de la mafia y congresistas corruptos a sueldo de ella, consiguió que en 1937 el cáñamo fuera prohibido en Estados Unidos. A partir de ahí se produjo un efecto dominó que haría que la planta acabara, tras miles de años de convivencia pacífica con el ser humano, prohibida en prácticamente todo el mundo: Si algún país quería tener buenas relaciones con Estados Unidos tenía que incluir tan extraña prohibición entre sus leyes, arruinando a miles de familias de agricultores y obligándose a producir o comprar productos más caros y contaminantes.

William Randolph Hearst, propietario de la mayor cadena de periódicos de EE.UU., poseía su propia agencia y radios. Su prensa estaba dedicada principalmente al sensacionalismo (prensa amarilla), además, por su ideología de corte ultraderechista dio cobertura a la propaganda nazi mediante los medios de comunicación que controlaba tras ser recibido por Adolf Hitler en 1934. También era propietario de la principal empresa maderera del país y latifundista en Chihuahua (México). Su odio racial hacia los mexicanos se acrecentó cuando dentro de la Revolución Mexicana encabezada por Emiliano Zapata, Pancho Villa le confiscó las tierras que poseía en Chihuahua para posteriormente repartirlas entre viudas, pobres, desempleados, etc. Esto, junto con otros hechos de origen racista y elitista en la ciudad de El Paso (Texas), provocó que desde los medios de comunicación de Hearst y los de El Paso se empezaran a difundir una serie de mentiras de corte sensacionalista como que fumar marihuana daba a los mexicanos una fuerza sobrehumana o les convertía en asesinos.

Económicamente pesan también mucho los efectos que producen las fumigaciones que se realizan a las plantaciones de coca en territorio colombiano, que tambien afectan al Ecuador, con glifosato y roundup, fabricados por Monsanto, y afirman que éstas han provocado también enfermedades en animales y daños en los cultivos de yuca, de café y cacao entre otros productos. Se culpa a Estados Unidos y las corporaciones multinacionales radicadas en Estados Unidos del estado de dependencia de muchas de las repúblicas de la región, que típicamente tienen economías de monocultivos, que con la competencia de las multinacionales y las fumigaciones los están arruinando y aniquilando. Por otra pare los cultivos alternativos, como el café, plátano, piña y el cacao, con los precios que pagan las multinacionales no les salen rentables y la ausencia de una efectiva comercialización de los cultivos lícitos sustitutivos, que pudiesen garantizar la sostenibilidad económica de las familias campesinas les permite a las multinacionales monopolizar el sector del cultivo de estos productos.

En el informativo de Caleta Sur la consultora en el Tema de Drogas María del Carmen Estupiñán afirma que luego de 30 años de esfuerzos por erradicar los cultivos ilícitos mediante el uso de herbicidas de amplio espectro por vía aérea, estudios científicos concluyen que el remedio puede ser peor que la enfermedad. Provoca graves daños a la salud humana, a la flora y la fauna en general y contaminan el aire, agua y tierra por largos períodos de tiempo.

"Son incalculables las pérdidas económicas y los impactos negativos en la salud de la población, los cuales solo han sido apreciados en su sintomatología sin que pueda constatarse sus efectos a mediano y largo plazo. El fracaso de las cosechas y la muerte del ganado y otros animales sumados a la permanencia del glifosato Roundup en el suelo de 120 días a 3 años coloca en la incertidumbre absoluta la vida de la comunidad de la zona afectada", afirma María del Carmen.  

Paradójica e incongruentemente  estos químicos tienen prohibición para el uso  en las plantaciones en los Estado Unidos, pues según las investigaciones que se realizaron en el estado de la Florida, al ser utilizado se producen efectos secundarios en los productos de consumo humano.

Les importa muy poco los efectos de los pesticidas en los demás países, pero en el suyo la cosa ya cambia, se niegan a usar estos químicos en su territorio y la explicación es muy sencilla según dijo a la prensa Jackie Long, agente especial supervisor de la Oficina Antinarcóticos del Departamento de Justicia de California, “hay muchos herbicidas que pueden ser usados, pero lamentablemente, debido a que los cultivos están en el bosque, y están mezclados con los árboles y la maleza, fumigar con herbicida devastaría el bosque entero. “Así que eso no pasará aquí”.





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