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El Gobierno afgano prohíbe la producción de opio mientras la ONU denuncia el aumento del narcotráfico en la zona
Diario: Estrella Digital
Fecha: 17/01/2002
Palabras clave: Narcotráfico, Producción de Opio, Afganistán
Tema: Narcotráfico
El Gobierno afgano prohíbe la producción de opio mientras la ONU denuncia el aumento del narcotráfico en la zona
La ruta que lleva a Irán a través de la provincia paquistaní de Beluchistánes en la actualidad la principal vía de salida de la droga afgana
M. F. Rovira/Efe
El Gobierno interino de Afganistán prohibió ayer el cultivo y la producción de opio, justo cuando las Naciones Unidas denuncian el incremento del narcotráfico en la región. La prohibición sorprendió por su prontitud al representante regional del Programa Internacional de las Naciones Unidas para el Control de Drogas (UNDCP), Bernard Frahi. El alto funcionario había expresado, en la reunión que sostuvo con los ministros de Interior, Yunus Qanuni, y de Exteriores, Abdula Abdula, la preocupación que en la comunidad internacional causa la reactivación de las operaciones de tráfico de heroína y otros narcóticos producidos en Afganistán. "Hemos detectado que los alijos de heroína que salen de Afganistán son ahora mayores que los de los últimos dos años en los que el peso medio de los decomisados fue de 2 a 5 kilos", apuntó Frahi en la rueda de prensa que convocó en Kabul apenas una hora antes de que el Gobierno anunciase la prohibición en un comunicado. Frahi dijo que una señal de ese incremento de las operaciones de tráfico de droga afgana lo constituye el alijo de 900 kilos de droga, incluidos 650 de heroína de máxima pureza y 250 de morfina, aprehendido la pasada semana en Pakistán por su Fuerza Antinarcóticos. Los traficantes, que transportaban el alijo de droga en camellos, fueron sorprendidos en el sur de la provincia paquistaní de Beluchistán, no lejos de la frontera con Afganistán, y cuando iban en ruta hacia Irán. La ruta que lleva a Irán a través de esta provincia paquistaní es en la actualidad la principal vía de salida de la droga afgana. "Irán, donde el pasado año se decomisaron 400 toneladas de opio, es el mayor centro de distribución de la droga que se produce en Afganistán", manifestó el representante regional de UNDCP.También, según explicó Frahi, una menor parte de la droga afgana sale a través de las fronteras que Afganistán comparte al norte con las antiguas repúblicas soviéticas de Tayikistán y Turkmenistán. El decreto de prohibición firmado por el primer ministro afgano, Hamid Karzai, cubre el vacío legal originado a raíz de la reciente caída del régimen integrista talibán, que en julio de 2000 prohibió el cultivo y la producción de opio, la base de la heroína, en el territorio que dominaba, cerca del 90 por ciento del país. En el 2001 y a raíz de la prohibición dictada el año antes por el líder supremo de los talibanes, el "mula" Mohamed Omar, Afganistán produjo 185 toneladas métricas de opio, cifra muy por debajo de las 3.276 de 2000, y las 4.581 de 1999, según los datos de UNDCP. Aunque la producción de opio cayó en 2001, una gran parte las existencias de esta resina de color oscuro necesaria para manufacturar heroína, han estado almacenadas en las áreas de Afganistán controladas por las redes del narcotráfico. "En Afganistán existen grandes almacenamientos de opio y heroína", observó el funcionario de la agencia de la ONU encargada también de la planificación de programas de sustitución de los cultivos de adormidera por otros legales. Además de prohibir el cultivo y la producción de opio, el Gobierno interino ordenó a los gobernadores de las 26 provincias velar por el cumplimiento del decreto, y también advirtió de que los infractores serán castigados con duras penas, que no fueron especificadas en el comunicado oficial. En las áreas de Afganistán donde la producción de opio es una tradición, desde hace unos meses muchos campesinos han replantado adormideras en sus campos con la intención de redoblar los ingresos que generaban otros cultivos legales. La mayoría de la droga que sale de Afganistán procede en la actualidad de laboratorios clandestinos ubicados en las provincias de Helmand, al sur, y Nangarhar, al este, y sobre las que el Gobierno interino tiene escaso control. Cerca del 80 por ciento de la droga afgana va destinada a Europa.
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