Diario: Diario de Navarra
Fecha: 05/02/2002
Palabras clave: Alcohol, Consumo, Calle, Botellón
Tema: Alcohol
El "botellón", debate y soluciones
Gonzalo Robles, delegado para el Plan Nacional sobre Drogas, se mostró ayer partidario de fijar en 18 años la edad mínima para consumir alcohol y de prohibir el consumo en la calle, como medidas para frenar el fenómeno del "botellón". El PP pide comunidades terapéuticas para menores con problemas de este tipo.
EL delegado para el Plan Nacional sobre Drogas aprovechó ayer la presentación del "Congreso sobre noche, jóvenes y alcohol", que se celebrará la próxima semana en Madrid, para adelantar algunas propuestas. El congreso se anuncia como un foro, en el que todos los sectores sociales debatirán el problema de los jóvenes y el alcohol, a fin de delimitar la responsabilidad y el papel que cada uno de ellos debe cumplir en la cuestión. No puede negarse que se trata de un problema cada día más grave y preocupante no ya en las familias afectadas, sino en las preocupaciones ciudadanas. La ira de los vecinos, hartos de sufrir el ruido y las inmundicias del fin de semana, sin apoyo ni reacción, y aun sin respuesta de las autoridades, va a más. Las estadísticas sobre el consumo precoz de alcohol, también.
Según datos oficiales, el alcohol es la sustancia tóxica más consumida por los jóvenes españoles. Un 76 por ciento de los chicos entre 14 y 18 años han experimentado con el alcohol y más de la mitad se declaran consumidores habituales. Además, el trasiego comienza alrededor de los 13 años. Se ha registrado un notable incremento de la afición entre las chicas, mayor que entre ellos en el tramo de población que va de los 14 a los 18 años. Con todo, acaso el elemento más serio del problema sea la escasa percepción del riesgo, y más cuando la ingestión de alcohol va unida al uso de otras sustancias como el tabaco o el hachís.
Además de limitar la venta de alcohol y la prohibición de su consumo en la calle, el delegado nacional lanzó la idea de que quienes, poseídos por el "botellón", ocasionen desperfectos en bienes de la comunidad, los compensen con trabajos sociales.
Una pauta de conducta como ésta, preocupante desde tantos puntos de vista, no se va a cambiar sólo con medidas restrictivas, disuasorias o punitivas. En la cultura tradicional ha habido una cierta permisividad alcohólica. Ahora se ha aliado con la libertad individual sin límites, ni siquiera paternos.
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