Diario: La Verdad
Fecha: 25/02/2002
Palabras clave: Alcohol, Jóvenes, Urgencias
Tema: Alcohol
Drogodependencias detecta que los adultos de 25 a 44 años abusan del alcohol más que los jóvenes
Estas personas suponen el 54% del total de atenciones que se realizan en las urgencias hospitalarias
S. DE JUAN
No es un error y al contrario de lo que se cree, los adultos mayores de 30 años son los que más problemas tienen con el alcohol. Por el momento los jóvenes tienen un coqueteo con las bebidas espirituosas, pero las atenciones en los servicios de Urgencias tienen a los treintañeros y cuarentones sus mejores clientes. La encuesta se realizó en el Hospital General de Alicante y en el de Elche, dentro del Plan Nacional sobre Drogas. En ambos centros, los resultados fueron los mismos. Un 54% de los atendidos estaban comprendidos en estas edades. Los servicios realizados a los menores de 24 años y menores de edad ha ido en descenso año tras año. En algunos tramos de edad, como la comprendida entre los 35 y 44 años, el incremento de un año a otro ha supuesto más de siete puntos. El director general de Drogodependencias, Bartolomé Pérez, quiso eliminar el actual temor de la sociedad ante los jóvenes y el alcohol.
Que los jóvenes beben y se emborrachan a menudo es obvio, pero no todos los jóvenes. De hecho las estadísticas dan una tasa más elevada de abuso de alcohol entre los llamados maduritos y maduritas. Una de las muestras utilizadas para comparar la incidencia son el número de urgencias hospitalarias atendidas en el Hospital General de Alicante y en el Universitario de Elche. Aquí se desprende que el pasado año 2001 el porcentaje más elevado se detectó en el tramo de 25 a 34 años con un 29,6% del total de atenciones, seguidos muy de cerca por los adultos comprendidos ente los 35 y 44 años que llegaron a suponer un 25,2%. Lo más llamativo es que además esta cifra ha ido en incremento desde 1997, y en el 2000 los primeros pasaron del 25,7% y los segundos ascendieron desde el 17,8%.
Si este tramo ha ido en aumento, en lo que a atenciones hospitalarias por el consumo y abuso del alcohol se refiere, en las edades más jóvenes el número de urgencias ha disminuido. En 2000, la tasa en los chicos de 18 años y menores de edad se situaba en el 16,8% y en un año bajó hasta el 15,7%. Estas cifras sufren un fuerte empujón cuando se habla de chicos de entre 19 y 24 años y si en 2000 suponían el 21,7% de los atendidos, el año pasado se llegó al 16,5%. Un descenso de cinco puntos que los responsables de Drogodependencias consideran muy significativo en menos de un año.
Esta encuesta, que está integrada dentro de los datos del Plan General de Drogodependencias, descubre también que los mayores de 45 años han sufrido por contra un aumento y del 9,9% de 2000 han pasado al 13% el año pasado.
El director general de Drogodependencias, Bartolomé Pérez, ha tirado una lanza en favor de los jóvenes y ha criticado la actitud de algunas autoridades y de la propia sociedad, ya que estima que estos datos son para reflexionar «y no estigmatizar a los adolescentes».
Es más, la media de edad en las atenciones que se han llevado a cabo el año pasado se situaba en los 30,85 años, cuando en el 2000 llegó al 27,95%. Estos porcentajes comparativos se han realizado obteniendo los datos de una semana en cada hospital por mes, pero para evitar sesgos pertenecen a los primeros diez meses del año en ambos casos, ya que aún no se han facilitado los datos de noviembre y diciembre del año pasado.
Si se analizara por los casos atendidos, el año pasado se atendieron a 29 personas de entre 35 y 44 años y el año anterior a 18. Esta franja es la que ha tenido un mayor aumento, seguida de los 34 en el 2001 y los 26 del 2000 en aquellos que tienen edades comprendidas entre los 25 y los 34 años. Por contra, los jóvenes que tenían entre 19 y 24 años han descendido de los 30 casos del 2000 a los 19 del 2001.
Con estos datos en la mano, Pérez denunció el «fariseísmo de la sociedad actual» porque la población más «cañera» es aquella que cumple los 35 años , la que disfrutó de su particular movida en los años 70 y 80 y un consumo elevado.
Pero el director general de Drogodependencias va a más y analiza que el consumo de alcohol es más escandaloso «porque acaba con dos bofetadas a la mujer, dos gritos o que te echen del trabajo y los problemas de alcoholismo son más serios entre los adultos». En este sentido, Pérez señaló que la ingesta de estos productos por los jóvenes ha descendido considerablemente, pero que como «el botellón es algo que se ve en la calle, la gente piensa que hay más adolescentes que se dedican a beber, pero no es así».
En lo que respecta a las unidades de Alcohología, han detectado una escasa presencia, apenas imperceptible de jóvenes. Este servicio atendió a un menor de 18 años el año pasado y a tres en el 2000, cifra similar que en 1999.
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