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Artículos de prensa

El alcohol: droga protegida y consentida

Diario: Las Provincias

Fecha: 15/03/2002

Palabras clave: Alcohol, Droga, Sociedad

Tema: Alcohol

El alcohol: droga protegida y consentida
JESÚS SÁNCHEZ MARTOS

No cabe ninguna duda de que si hay alguna droga que está siendo realmente protegida y consentida por la sociedad, es el alcohol en su conjunto, porque vivimos todos inmersos en la cultura del alcohol. Todas nuestras penas las enjugamos con alcohol, la misma sustancia con que celebramos nuestros éxitos y fiestas. Pero cuando fallece un joven como consecuencia directa o indirecta del consumo de alcohol, o es ingresado en Urgencias con un coma etílico, entonces nos rasgamos las vestiduras y como queriendo hacer un ejercicio de conciencia social, todos recordamos los peligros y riesgos del consumo de alcohol, algo que todos sabemos, pero que sólo recordamos en esos momentos.

Un sencillo ejercicio de hemeroteca nos demuestra que los comentarios en torno al alcohol aparecen y desaparecen de acuerdo con la morbilidad y con la mortalidad que esta droga produce entre nuestros jóvenes. Ahora todos hablamos del botellón, no por proteger la salud de nuestros jóvenes, sino como consecuencia de las repetidas quejas -más que razonables- de los vecinos por la cantidad de ruido y basura que hace imposible la convivencia. Pero, repito, no se ha despertado el debate en esta ocasión para proteger la salud de nuestros jóvenes, que en definitiva es nuestra responsabilidad, la de todos sin excepción. Aunque, a decir verdad, el debate continúa, incluso se ha enriquecido como consecuencia de la muerte de tres jóvenes a manos del "éxtasis'', la droga de síntesis que con tanta frecuencia se dan cita con la música, y no sólo en las macrofiestas, sino en cualquier evento donde esté el consumidor principal: los jóvenes.

Ahora, todos los medios de comunicación se han hecho eco del Proyecto de Ley sobre Drogodependencias de la Comunidad de Madrid, como si fuera el único, cuando en realidad lo que tiene de especial es que es el más moderno, porque ya antes en otras comunidades, como las de Aragón, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Murcia y la Comunidad Valenciana, fueron aprobados y puestos en marcha desde hace años.

Por otra parte, quiero imaginar que con lícitos y éticos intereses, la medicina insiste en los beneficios cardiosaludables del vino. Pero no es menos cierto que estos efectos son patentes sólo y exclusivamente cuando la dosis es mínima, es decir un solo "vasito'' en la comida y en la cena, y siempre que se trate de un buen vino, que desde luego ronda los seis euros de precio. El vino que la mayoría podemos consumir diariamente no tiene nada de cardiosaludable, y esto hay que transmitirlo a la población general. Por otra parte los efectos beneficiosos del vino, lo son en base a unas sustancias que están presentes en el pellejo de la uva, por lo que el mosto también goza de los mismos efectos positivos para nuestro sistema cardiovascular, al igual que las propias uvas, con lo que estaríamos además consumiendo una dosis importante de fibra natural en nuestra saludable dieta mediterránea. Lo que realmente ocurre, al menos en mi opinión, es que al decir que el vino es cardiosaludable, algunos sectores de la población han querido extrapolar sus beneficios al resto del consumo de alcohol, con lo que la percepción del riesgo tiende lógicamente a disminuir, sobre todo entre los más jóvenes.

Una pregunta que con relativa frecuencia se hacen los padres: ¿Será mejor ser amigos de nuestros hijos? Nada más lejos de lo que recomendamos los que dedicamos nuestros esfuerzos a la prevención y la educación para la salud. Un padre o una madre han de ser eso, un padre y una madre, con tareas un tanto diferentes de las de los mejores amigos. Ser padre o madre implica una seria responsabilidad, que ha de conllevar forzosamente al establecimiento de determinados límites, aunque esto a veces pueda llevarnos a un enfrentamiento con nuestros hijos. De todos modos, también nosotros nos enfrentamos con el sistema, o con nuestros superiores cuando nos ponen algún tipo de límite. Pero no todos los enfrentamientos han de ser negativos. El éxito ha de estar basado en la comunicación y en el diálogo, algo que poco a poco nos está robando la televisión y nuestro afán de aumentar nuestro poder adquisitivo trabajando más, pero comunicando menos con nuestros hijos. No es justo cargar la responsabilidad de la salud de nuestros hijos, únicamente al sistema, a la política, a los medios de comunicación y a la escuela o la universidad.

Si hablamos de prevención, hemos de hablar de trabajo en equipo, y en ese equipo los padres hemos de jugar de verdaderos "defensas'', para no dejarnos meter ni un solo gol por las drogas. Pero la clave está en que el entrenamiento también hemos de realizarlo unidos. En definitiva, la prevención es responsabilidad de todos: la administración, el medio escolar, los medios de comunicación, los jóvenes y la familia.

De acuerdo por tanto con el nuevo Proyecto de Ley, al igual que con los citados anteriormente, pero hará falta algo más. Es necesario establecer verdaderos programas de divulgación y de educación en valores establecidos tanto en el medio familiar, como en el medio escolar, contando siempre con la inestimable ayuda de los profesionales de los medios de comunicación social. Pero para ello es necesario e imprescindible que tanto a estos profesionales como a los profesores se les ofrezca la posibilidad de realizar diversos programas de formación en materia de drogodependencias.

Cuando trato estos temas, no puedo por menos que recordar a la entrañable Momo, cuando luchaba contra aquellos "hombres grises'' que robaban el tiempo de nuestras vidas. En este caso no sé de qué color van vestidos, pero también son hombres y mujeres los que nos intentan robar el tiempo de comunicación con nuestros hijos, a través del consumo del alcohol y el resto de drogas que se dan cita con la música en toda clase de fiestas. ¿Hasta cuándo vamos a seguir permitiendo que no seamos dueños del tiempo de nuestra familia? Reflexionemos en torno a cuánto tiempo dedicamos a hablar con nuestros hijos, a escuchar a nuestros hijos, y sobre todo y algo más eficaz, cuánto tiempo dedicamos a comunicar con nuestros hijos. La comunicación es el arma más eficaz para luchar contra las drogas.