Diario: La Verdad
Fecha: 09/04/2002
Palabras clave: Fumadores, Unidad Antitabaco, Hospital
Tema: Publicidad
Setenta de cada cien ex fumadores vuelven a probar los cigarrillos
La Unidad Antitabaco del Hospital de San Juan ha tratado a quinientos pacientes en tres años La terapia médica que ofrece la Seguridad Social sólo es efectiva en tres de cada diez casos
I. GENOVÉS ALICANTE
En torno a 500 pacientes tratados pero menos resultados de los deseados. La Unidad Antitabaco del Hospital de San Juan, dependiente del servicio de neumología del centro, sólo consigue que el 30% de sus pacientes no vuelvan a recaer después de un año de terapia psicológica y apoyo farmacológico. El objetivo básico, impedir que los que quieren deshabituarse a la nicotina vuelvan a llevarse un cigarro a la boca, suele acabar en fracaso en el 70% de los casos.
La Unidad Antitabaco de San Juan fue creada en 1999 por la Conselleria de Sanidad con el propósito de dotar con un servicio de deshabituación a la nicotina a cada una de las tres provincias de la Comunidad Valenciana. En un principio, el servicio se puso en marcha para «personas que necesitaban urgentemente dejar de fumar», explica el coordinador Jaime Signes. Se trataba de pacientes del hospital afectados por «bronquitis crónica, enfisema pulmonar o que habían tenido un infarto».
Con el tiempo, sin embargo, el servicio se fue extendiendo a toda la población como un servicio más de la Seguridad Social. Los principales seguidores del tratamiento son personas «hartas de fumar en torno a los 40 años» y «gente joven entre 20 y 30 años que no tiene problemas pero que se da cuenta de que el tabaco es perjudicial»., señala Signes.
El tratamiento se divide en dos partes. Por un lado, el farmacológico, adaptado a cada paciente, va desde la utilización de suplementos con nicotina como los parches o los chicles, hasta el empleo de Bupropion, un componente que hasta los años 80 se empleaba como ansiolítico y que sólo debe consumirse bajo control médico.
En el programa es indispensable el tratamiento psicológico, sobre todo en aquellos adictos de más edad que no pueden someterse a la medicación. En la terapia se emplean diversas técnicas, todas tendentes a reducir progresivamente el consumo de nicotina porque el mismo paciente se da cuenta de que debe y puede hacerlo. Esta parte del tratamiento dura seis semanas.
Tras haber dejado de fumar, sin embargo, lo más difícil es no volver a recaer. La abstinencia de nicotina lleva consigo ansiedad, irritabilidad, problemas de insomnio y pérdida de concentración. Muchos sustituyen el tabaco por la comida, mientras que otros vuelven a encender un cigarrillo.
«Cada vez se fuma a una edad más precoz», afirma Signes. La edad de inicio suele situarse en los 17 años, llevados sobre todo «por una publicidad» que «relaciona el tabaco con el éxito». De cada cuatro adictos «dos mueren por algo asociado con este hábito». De hecho, «sólo el 5% de los casos de cáncer de pulmón se da entre no fumadores».
POBLACIÓN FUMADORA POBLACIÓN FUMADORA
Comunidad Valenciana: Fuma el 24% de la población. Edades: El mayor porcentaje de fumadores se da entre los 25 y los 44 años de edad. Mujeres: En la Comunidad Valenciana, el 35% son fumadoras. Jóvenes: El 65% de los jóvenes de la Comunidad Valenciana fuma. España: Los más fumadores son los hombres andaluces y las mujeres madrileñas.
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