Diario: La Vanguardia
Fecha: 16/04/2002
Palabras clave: Botellón, Menores, Prohibición
Tema: Alcohol
Las entidades que participan en el Embarraca't de Fires han redactado un manifiesto en favor del consumo responsable del alcohol por parte de los jóvenes durante las fiestas
La amenaza del botellón
Figueres teme que la prohibición de vender alcohol a los menores afecte a las Fires
CARLES ARBOLÍ
FIGUERES Las fiestas de Figueres, que se inician el 26 de abril, serán el primer acontecimiento multitudinario de las comarcas de Girona donde se deberá aplicar la nueva ley del Gobierno que prohíbe la venta de alcohol a los menores de 18 años. El Ayuntamiento, como principal organizador de los actos, ya ha expresado su preocupación por los efectos que puede acarrear la aplicación de esta medida. "A veces se aprueban leyes difíciles de controlar y que sólo sirven para desviar la responsabilidad a los demás", dijo el concejal de Cultura i Festes, Joan Balada (PSC).
Y es que la nueva normativa preocupa especialmente en la zona juvenil del Emba-rraca't, donde se concentran las actividades nocturnas de las ferias y fiestas de la Santa Creu. Primero, por las dificultades de controlar la edad de los consumidores. Pero, sobre todo, porque la prohibición de servir alcohol a los menores de edad "puede provocar que la gente llegue con sus bebidas desde casa y se cree un problema que hasta ahora no hemos tenido", explica Badala. Y ese es precisamente el temor: que la Santa Creu se convierta en "las fiestas del botellón".
El concejal de Cultura i Festes aseguró que en las últimas ediciones del Embarraca't "no se recuerda ningún problema grave derivado del consumo de alcohol porque habíamos conseguido que primase el ambiente festivo". Con la nueva ley "podrían resurgir viejos problemas y prácticas que no son habituales en nuestra zona, como el consumo de alcohol en las calles", señaló Balada.
Para aplicar la nueva normativa, cada barraca de esta zona juvenil informará de la prohibición de vender bebidas alcohólicas a los menores de 18 años, "y vamos a evitar en lo posible servirlas, pero conseguirlo es casi imposible", afirmó Balada.
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