Diario: La Verdad
Fecha: 20/04/2002
Palabras clave: Campañas sobre Drogas, Jóvenes
Tema: Prevención
Un experto afirma que las campañas sobre drogas dirigidas a los jóvenes no funcionan
Tomás Carrasco asegura que hay que cambiar los patrones de conducta porque los adolescentes quieren fumar, beber y consumir drogas para divertirse El psicólogo granadino explicó a más de cien profesionales técnicas de prevención
S. DE JUAN ALICANTE
Las campañas de prevención de consumo de drogas entre los jóvenes no surten efecto entre la población a la que se dirigen. Así de contundente se mostró ayer el psicólogo Tomás Carrasco durante un curso celebrado en Alicante para 140 especialistas de 35 municipios de la Comunidad.
A juicio de este experto, las campañas no están bien enfocadas porque «la que invita a decir no a las drogas o la actual de los niños pastilleros no funcionan, no sirven para prevenir porque esa estrategia presume que los adolescentes quieren decir que no, cuando no es así».
Carrasco puntualizó aún más y dijo que el problema está en que el adolescente sí que quiere consumir drogas porque así se integra en el grupo y porque en determinadas situaciones se desinhibe y mejoran sus relaciones sociales.
Este psicólogo, profesor de la Universidad de Granada, divide además las estrategias de prevención según las drogas. Considera que para evitar el riesgo de consumo y abuso de sustancias ilegales hay que intentar buscar y desarrollar las habilidades de los más jóvenes y conseguir que ellos mismos puedan afrontar los problemas del día a día con herramientas propias, sin caer en la drogadicción para superar una etapa o una depresión.
Situación bien distinta es la que ocurre con el tabaco. Carrasco cree que los jóvenes que se habitúan a este consumo incurren en él porque quieren parecerse a los adultos. «Tienen cuerpo de adultos y quieren actuar como ellos», apunta. A esto agrega que los adolescentes creen que el 90% de los adultos fuma, cuando, según datos de Carrasco, lo hace el 45%, y por ello aparentan ser más mayores de lo que son. El tabaco les proporciona esa madurez de la que carecen y, si encima beben, se comportarán como ellos.
‘Gran Hermano’
Pero, a juicio de este psicólogo, lo más difícil de prevenir es el consumo de alcohol y de pastillas, ya que «lo hacen porque quieren, sabiendo sus riesgos y con el objetivo de eliminar barreras en las relaciones sociales, además de pasárselo bien».
Para conseguir que las campañas funcionen, Carrasco apuesta por cambiar los modelos que tienen los jóvenes. Cree que, si en el programa Gran Hermano nadie fumara, sería un buen influjo para los jóvenes, ya que eso se pondría de moda. Igual que con éste, se crearían conductas distintas con series como A salir de clase o el superconocido Operación Triunfo.
Este especialista da más importancia a los modelos sociales de conducta que a cualquier otra cosa, ya que basta sólo ver el seguimiento que tienen programas como los anteriormente citados entre la población juvenil.
Carrasco lo simplifica aún más. El truco está en ofrecer a los jóvenes comportamientos adultos en los que no exista el consumo de drogas ilegales, alcohol o tabaco como vehículo para poder divertirse los fines de semana o en cualquier otra circunstancia.
Este especialista enseñó a los asistentes el cambio de hábitos entre los adultos para que los adolescentes no les imiten. La persona adulta bebe, fuma y de vez en cuando consume drogas y además éstos suelen ser «los más guays y modernos».
POR QUÉ SE CONSUMEN ¿CÓMO SE CONSUMEN?
Tabaco: Los jóvenes consumen tabaco por parecerse a los mayores. Tienen cuerpo de adultos, pero no pueden comportarse como ellos. Alcohol: Lo consumen por diversión y para favorecer las relaciones entre ellos. Pastillas: Igual que el alcohol. Heroína y cocaína: Suelen tener tras de sí una historia de problemas psicológicos de dependencia.
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