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Artículos de prensa

Paisaje tras la heroína

Diario: La Vanguardia

Fecha: 19/05/2002

Palabras clave: Heroína, Desintoxicación, Drama

Tema: Heroína

Paisaje tras la heroína

Justo después del drama, en esa tierra de nadie que separa el "colorín colorado" del "y fueron felices (o no) y comieron perdices (o tampoco)", se sitúa la historia de Pablo, un heroinómano camino de dejar de serlo. En ese terreno marcado por las postrimerías de una desintoxicación sin heroicidad ni sordidez, transcurre "Cuando todo esté en orden", de César Martínez Herrada, crónica del inicio -sólo inicio- de una redención.

Pablo, encarnado con convicción por el joven Daniel Guzmán, vuelve a su casa con ganas de recomponer su vida. Allí se encuentra con Ignacio, su padre, un hombre derrotado, quizá, pero no hundido. Un personaje repleto de matices en las manos sensibles de Santiago Ramos. El pasado queda atrás: la heroína, la muerte de la madre, las decepciones mutuas... Pero los recuerdos de ese pasado común permanecen, afilados como cristales rotos. O como el esqueleto de esa moto tirada frente a la vieja casa familiar de la que apenas queda nada.

Carlos Pérez Merinero e Ión Arretxe, los guionistas, evitan las tentaciones fáciles del melodrama. Colocan a sus personajes, a Pablo y a Ignacio, y también a unos espléndidos secundarios como el portentoso Miguel Rellán, recuperado para el cine, y a Cristina Plazas, en la justa medida para que resulten creíbles y próximos.

Ante semejante planteamiento, César Martínez Herrada, el director, ni fuerza ni apabulla ni exagera. Opta por una narración tranquila, al servicio de tales personajes. ¿Una película sin voluntad de estilo? Quizá. Lo cual en un director novato como Martínez Herrada -que sólo cuenta en su haber con otro largomentraje, "Manos de seda", estrenado en 1998- no es un demérito, sino más bien una muestra del sacrificio que asume: acallar su voz para dejar que prevalezca la voz mesurada de los guionistas. El resultado es un canto a la esperanza, entrañable en su humana sencillez.