Diario: El Periódico de Aragón
Fecha: 20/05/2002
Palabras clave: Narcotráfico, Aragón, Alijos
Tema: Narcotráfico
LOS RESULTADOS DE LA LUCHA CONTRA EL NARCOTRAFICO EN ARAGON EN EL 2001, LOS MAS POBRES DE LA DECADA
La policía incauta en diez días más droga que en todo el año pasado
Fuentes policiales y sanitarias coinciden en que crece el consumo de cocaína
Sólo en una operación desarrollada el pasado fin de semana en Zaragoza, el Grupo de Estupefacientes de la Policía decomisó tanta cocaína como en todo el año pasado. La masiva llegada de droga de todo tipo al mercado ha activado las operaciones policiales y las aprehensiones de alijos en los cinco primeros meses del actual ejercicio ya doblan las del 2001.
La comparación no es, de momento, indicativa de una mayor eficacia contra el narcotráfico, ya que ese año arrojó los peores resultados de la década. Según la memoria de Fiscalía, en el pasado ejercicio se decomisaron 2,9 kilos de heroína, 9,8 de cocaína, 16 de hachís y 161 gramos de speed y éxtasis.
Fuentes del Cuerpo atribuyeron estos malos resultados a una restructuración del citado grupo de investigación y a la tradicional carencia de medios y efectivos que padece la Policía de Zaragoza.
"En la actualidad, la lucha contra el narcotráfico dispone de menos medios y personal que hace diez años, mientras que las actividades de tráfico se han incrementado aquí hasta cifras insospechadas. Si bien no ha aumentado el consumo de heroína, incluso ha habido un retroceso, se ha disparado el de cocaína, y el de hachís y pastillas de derivados anfetamínicos se ha convertido en un hito social en muchos sectores juveniles. Además, este año se ha constatado la irrupción en el mercado de polen de hachís, más cara que el denominado costo, cuya presencia era hasta ahora insólita en estas latitudes", explicaron las citadas fuentes.
DESARTICULACION El pasado día 10 se desarticuló una red de traficantes que operaba en Cataluña, Cantabria y Aragón. Los policías zaragozanos interceptaron una máquina que se emplea en el sector de marroquinería y que había sido importada a la capital aragonesa desde Quito, junto con otras tres que estaban destinadas a Santander.
Un equipo de bomberos tuvo que desmontar un tubo hueco cuyo interior contenía varios paquetes de cocaína prensada, con un peso de 9,5 kilos. Nunca hasta ahora se había decomisado un envio de esta importancia que tuviera como destino final su distribución en Zaragoza. Otros alijos de cocaína con más peso intervenidos anteriormente en esta capital estaban destinados a su venta en otras regiones próximas.
El tubo que contenía la droga estaba recubierto de plomo en su interior, lo que impedía que se detectase a su paso por el aeropuerto de Barajas. Además, ninguno de los tres detenidos en Zaragoza por estos hechos ni el cerebro de la operación, arrestado días más tarde en Amposta (Tarragona), contaba con antecedentes. Los investigadores creen que no era la primera vez que este grupo actuaba en la capital aragonesa.
Este mes de mayo se realizó otra importante operación policial, en la que se intervinieron diez kilos de polen de hachís, la creme de la creme para los consumidores de este tipo de drogas, con un precio cinco veces superior al hachís normal. Nunca hasta este año se había detectado polen en la capital aragonesa, salvo pequeñas cantidades que algún ciudadano había traído desde Marruecos para consumo personal. Sin embargo, en los últimos cinco meses ya se han decomisado 12 kilos.
BALANCE Las aprehensiones de droga de este mes de mayo por parte de la Policía superan los 10 kilos de cocaína, 10 de polen de hachís y más de medio kilo de hachís. Las incautaciones de marihuana y de pastillas, que son las de mayor consumo, son insignificantes.
Las fuentes policiales consultadas destacaron el incremento de dificultades para llegar incluso a los pequeños distribuidores. "Desde hace más de un año, los registros domiciliarios de sospechosos de narcotráfico no producían los resultados perseguidos. Se encontraban restos de papelinas, balanzas de precisión y sustancias para mezclar estupefacientes, pero no droga para incriminar a los traficantes. Lo mismo ocurría con los camellos callejeros. En el momento de arrestarles llevaban tan poca hachís o cocaína que podían justificarla para su propio consumo", dijeron.
Los métodos policiales han tenido que cambiar. En las últimas semanas se han desmantelado varios puntos de venta, pero la droga no estaba oculta en pisos, sino en coches estacionados cerca de los mismos. Así ha ocurrido en dos operaciones desarrolladas este mes en el Casco Antiguo y en Las Fuentes, donde se decomisó cerca de medio kilo de hachís.
"La droga se ocultaba debajo del asiento del conductor o en la guantera del vehículo. Las ventas se realizaban en la calle o en un piso, pero los camellos iban a buscar en cada operación la cantidad de droga que pedía el cliente. Esto tiene ventajas e inconvenientes. Para registrar un coche no se necesita orden judicial, que sólo se concede con una motivación detallada. El problema es que el nuevo método de los traficantes requiere más tiempo de vigilancia, para detectar y controlar a los compradores, y ahí nos encontramos con el las dificultades provocadas por la carencia de personal y de medios, ya que hace años que ni siquiera contamos con un apolo --furgonetas camufladas-- para hacer seguimientos", añadieron las fuentes.
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