Diario: La Voz de Galicia
Fecha: 30/05/2002
Palabras clave: Botellón, Alcohol, Consumo
Tema: Alcohol
El botellón y el achuchón
El pleno pivotó sobre la «mocidade», a la que diseccionaron una veinteañera (Laura Seara), pero también un cincuentón (Tuco Cerviño) (¿por qué no? ¿acaso no sigue ejerciendo Ramoncín de portavoz juvenil?).
El BNG exigió de entrada más actuaciones contra el consumo de alcohol y drogas entre la chavalada. La nacionalista María Olaia Fernández denominó al botellón «nova expresión cultural da mocidade». Miguel Ángel Santalices (PP), espantado, lo catalogó como «novo patrón de consumo». Sólo se pusieron de acuerdo en hablar con eufemismos. La proposición fue rechazada. Del alcohol se pasó a la torre de Hércules, que, aunque no lo parezca, están relacionados, pues fue un moquiñas el primero que alertó sobre el siniestro total del Mar Egeo. El pleno dio luz verde al asunto del faro, y en ese mismo tono continúo la sesión, pues Laura Seara, socialista de aires hippies, pidió el gratis total de la píldora del día siguiente para evitar los muchos bombos que causa «o coito desprotexido». Elisa Madarro (PP) abogó por fomentar «que as relacións sexuais se desenrolen nun marco afectivo», pero después giró a la izquierda y acabó aceptando, en nombre de su grupo, que se rebaje la pastilla. La política péndulo del PP tiene estas cosas: tras rechazar anteayer la igualdad jurídica de las parejas de hecho, decide subvencionar la «pílula» de marras. El PP ingirió una píldora del día siguiente para anular los efectos del desliz carca del martes, que podría dar lugar a interpretaciones embarazosas. En la tribuna de prensa, alguien, animado por el alegre clima postcoital, pidió subvención para los condones. Eso ya sería la goma
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