Diario: El Ideal Gallego
Fecha: 10/07/2002
Palabras clave: Alcohol, Menores, Pubs, Vigilancia
Tema: Prevención
Exigen el carné de identidad para impedir el acceso de los más jóvenes
Los pubs refuerzan la vigilancia para evitar que los menores tomen alcohol
Redacción • A Coruña
El verano para los jóvenes suele ser sinónimo de diversión y para muchos ésta pasa por el consumo de alcohol. Sin embargo, los menores y las copas se han convertido en una mezcla peligrosa de la mano del proyecto de ley aprobado el pasado 27 de junio por el Consello da Xunta. Esta normativa prohíbe terminantemente vender bebidas alcohólicas a los menores de 18 años. Los locales nocturnos de la ciudad no han hecho oídos sordos a esta medida y ya han tomado cartas en el asunto. Muchos pubs del Orzán han recuperado la figura del portero y la han convertido en un inspector de edades. Su misión es identificar a menores e impedir que accedan al establecimiento. Los hosteleros creen que esta actuación les beneficia, ya que evitan problemas con los jóvenes y con la ley.
La Xunta lo ha dejado claro: nada de vender alcohol a menores de 18 años. Es uno de los puntos de la denominada “ley del botellón”, con la que se pretende evitar que los más jóvenes vivan los fines de semana entre vapores etílicos. Entre los argumentos empleados por los hosteleros está la argucia que utilizan los adolescentes: el mayor de edad pide copas para los amigos a los que les están prohibidas.
Pero los empresarios no están dispuestos a dejarse torear por los jóvenes y muchos han optado por la medida más radical: impedir la entrada de los menores de 18 años.
Al carro ya se han apuntado numerosos pubs que han aumentado su plantilla con uno o varios porteros. Es el caso del Kanal-Oh, un local del Orzán que ha colocado a una persona en cada una de sus dos puertas para revisar el carné de identidad de los jóvenes.
Difícil control
“Dentro no podemos controlar quien bebe y quien no, así que prohibimos la entrada y ya está”, comenta uno de sus propietarios. Este pub no es el único que ha decidido cerrar sus puertas a los menores.
Héctor González, presidente de la asociación de locales del Orzán, asegura que ésto “ya se hacía en casi todos los establecimientos, pero se incrementó al llegar el verano”.
Más jóvenes en verano
Este representante de los hosteleros explica que durante el período vacacional “hay más jóvenes, sobre todo a primera hora”. Reconoce que la inclusión de un portero supone un gasto adicional para el negocio, “pero compensa”.
Esta es la filosofía que siempre ha guiado a locales como el Playa Club, donde la cuestión de pedir el carné forma parte del trabajo diario de los cuatro empleados de seguridad. Pero esta labor deja de ser necesaria en verano, ya que la discoteca no abre hasta las tres de la madrugada. “Este problema queda zanjado”, asegura su gerente, Héctor Lendoiro.
Sin embargo, durante el resto del año el Playa Club tiene una sesión de tarde para mayores de 16 años. Tienen que acudir con el carné en la mano para demostrar que llegan a esa edad y si osan pedir una copa en la barra, tendrán que volver a mostrarlo para que el camarero sepa si supera los 18 años y está autorizado a servírsela. “Desde siempre le damos mucha importancia a este tema”, comenta Lendoiro.
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