Diario: Las Provincias
Fecha: 05/08/2002
Palabras clave: Valencia, Toxicómanos, Patrullas, Traficantes.
Tema: Tabaco
La presencia policial deja vacías de toxicómanos las calles de Velluters
Las patrullas ahuyentaron a los cientos de traficantes que toman el centro histórico de Valencia
Las patrullas de la Policía de Valencia patrullaban ayer las principales calles del centro histórico de la ciudad, que todas las mañanas de domingo se llenan de traficantes y toxicómanos. La presencia de agentes desmontó el mercadeo de droga y consumo de heroína en plena calle que la semana pasada destapó LAS PROVINCIAS.
BURGUERA (VALENCIA)
Los teóricos de la seguridad ciudadana explican que, al margen de la eficiencia del trabajo policial a la hora de detener delincuentes, la presencia de agentes en una zona provoca un efecto disuasorio en el que vende droga y da tranquilidad a los vecinos, que se sienten resguardados. La sensación de protección fue experimentada, por lo menos ayer, por los ciudadanos de Velluters, gracias a la presencia de patrullas de la Policía.
La semana pasada, LAS PROVINCIAS desveló el macabro mercado de venta de droga que se desarrolla impunemente una mañana de domingo en las calles de Ciutat Vella. Ayer, agentes municipales circulaban por la calle Guillem de Castro, a la altura de la plaza de la Encarnación, solicitando documentación. Igualmente, en la calle Torno del Hospital, donde se amontonaban hace unos días los que venden y los que compran droga, especialmente heroína, una furgoneta de la Policía Nacional de Valencia dispersaba a toxicómanos y traficantes. Los primeros deambulaban por la zona como perdidos, mientras lo que tenían material que vender desaparecían y, en algunos casos, tomaban taxis en dirección al viejo cauce del río Turia.
Fuentes del Ayuntamiento de Valencia reconocen que "los recursos policiales no son ilimitados, hay lo que hay, si bien tenemos uno de los mejores promedios nacionales en lo que respecta a agentes municipales por habitante''.
"A veces no queda más remedio que actuar por impulsos, a través de las necesidades vecinales o por petición de la opinión pública en general'', explica personal del Consistorio de Valencia que trabaja desde hace años en la coordinación de las fuerzas de seguridad locales.
En este caso, la presencia de cientos de personas comprando y vendiendo droga en las calles Torno del Hospital, Recaredo, Balmes o Viana (entre el Mercado Central y las Torres de Quart), ha propiciado la reacción policial.
Los vecinos estaban asomados a los balcones de sus casas viendo cómo la actuación de varios agentes de la Policía impedía a los traficantes continuar con su habitual negocio. Los toxicómanos permanecían en la zona sentados en los bancos y portales de las calles del barrio. Algunos dormían, otros inhalaban del interior de botellines. A la altura del número 15 de la calle Viana, un coche patrulla bloqueaba la circulación durante el mediodía de ayer. "Está muy bien que venga la Policía, pero que se queden, porque éstos la semana que viene van a volver'', comentaba Loli, una mujer de 70 años que asegura haber pasado toda su vida en esta zona. Loli acudió ayer a la Plaza la Virgen, a escasos diez minutos de uno de los más importantes focos de tráfico de estupefacientes de la ciudad. Velluters y el Ayuntamiento están separados por 500 metros.
Desde la sede de la Jefatura Superior del Cuerpo Nacional de Policía hacen falta apenas cinco minutos paseando para llegar a uno de los epicentros de la compraventa de droga en Valencia.
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