Diario: ABC
Fecha: 12/11/2002
Palabras clave: Cerveza, Consumo, Estudio
Tema: Alcohol
El consumo moderado de cerveza puede mejorar la respuesta del sistema inmune, según un estudio de Cerveza y Salud
El consumo moderado de cerveza puede mejorar la respuesta del
sistema inmune y no altera la masa corporal, según los resultados del
estudio. «Consumo moderado de cerveza. Estudio nutricional e
inmunológico en humanos y en animales de experimentación», realizado
por el Grupo de Inmunonutrición del Departamento de Metabolismo y
Nutrición del Instituto del Frío del CSIC y el Centro de Información
Cerveza y Salud.
Según explicó la responsable del informe, Ascensión Marcos, el
estudio ha valorado el efecto de un consumo moderado de cerveza
(equivalente a 330 ml/día de cerveza en mujeres y 660 ml/día de
cerveza en hombres) sobre algunos parámetros del sistema
inmunológico.
La investigación, realizada con 57 voluntarios que durante un mes
estuvieron sin consumir ninguna bebida alcohólica y en los siguientes
30 días consumieron de forma moderada cerveza, concluye que este
consumo moderado puede mejorar la respuesta del sistema inmune contra patógenos externos.
Además, se observó un aumento de los leucocitos (glóbulos blancos)
y linfocitos, así como una tendencia generalizada al incremento de
los valores de las subpoblaciones de los linfocitos T, células
inmunológicas que ayudan a destruir microorganismos invasores.
Se observó también una mejora significativa de los parámetros de
la serie roja (hematíes, hemoglobina y hematocrito) tras el consumo
moderado de cerveza, en comparación con la situación de partida.
Respecto a los niveles de masa corporal, durante el mes en el que
se consumió de forma moderada la cerveza, no se registró ningún
aumento ni de peso ni de masa corporal, ni en hombres ni en mujeres. Según Marcos, «la cerveza es una bebida compuesta por cuatro ingredientes naturales, que contiene muy poco alcohol y que tiene 45 calorías por 100 mililitros por lo que era un buen punto de partida
para determinar que los valores antropométricos no se vean alterados
ya que un consumo moderado de cerveza no aumenta significativamente
el número de calorías ingeridas».
Tal y como explicaron los responsables del estudio en el Colegio
de Médicos de Cádiz, la aportación calórica de la cerveza es muy
inferior a la de otras bebidas alcohólicas (una caña de 200 ml.
aporta 90 Kcal. ) y similar a la de bebidas refrescantes a base de
cola o extractos de fruta. Finalmente, en el periodo de consumo moderado de cerveza, se comprobó una elevación de los niveles de lipoproteínas de alta densidad.
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