14 de junio de 2012.-
El reciente informe revelado por el Gobierno Nacional sobre el consumo de sustancias psicoactivas en la población escolar del país, confirmó en cifras una realidad que se evidencia en las instituciones educativas de Barranquilla y el Atlántico, donde cada vez a más temprana edad, los menores tienen acceso a bebidas alcohólicas, cigarrillo y drogas.
De acuerdo con el estudio, el 40% de los escolares en Colombia, entre los 11 y 18 años, ha consumido alcohol en el último mes; el 24,3% declaró haber consumido tabaco alguna vez en la vida; y el 12,1% reporta consumos de al menos una sustancia ilícita o de uso indebido.
Entre otros factores, las autoridades expresan su preocupación por las altas cifras de consumo de alcohol y tabaco, teniendo en cuenta que el uso y acceso a estas sustancias por parte de menores de edad, está expresamente prohibido por la Ley, y en muchas ocasiones se convierten en la puerta de entrada para el consumo de las drogas.
El mayor porcentaje de consumo de alcohol se registra entre los estudiantes del último grado (60%), con un significativo mayor uso entre estudiantes de establecimiento privados (44,1%) que públicos (38,4%).
Con relación al tabaco, se estableció que el 24,3% de los estudiantes encuestados declaró haber consumido tabaco alguna vez en la vida, siendo la cifra superior en los hombres, con casi 28%, con respecto a las mujeres, con 21%.
En cuanto al uso de drogas, un 8,6% declara haber usado alguna sustancia en el último año. Entre las drogas consumidas por estudiantes están la cocaína, la marihuana, la heroína y el éxtasis.
Las autoridades locales coincidieron con el informe en que lo más importante para enfrentar este flagelo es la prevención. De hecho, el estudio advierte sobre la necesidad de fortalecer la inversión en prevenir el consumo y movilizar acciones que incluyan no solo al estudiante, sino también a su familia, la comunidad, la escuela y la sociedad en general.
Prevención. Emilia Fontalvo, directora regional del Bienestar Familiar, expresó que esa entidad viene trabajando en la prevención a través de la estrategia de clubes juveniles en cada uno de los municipios del departamento del Atlántico para lograr que los jóvenes tengan una mejor utilización del tiempo libre.
Es así como, con el apoyo de la Gobernación del Atlántico y la alcaldía de Barranquilla, el ICBF incrementó los cupos para este programa, pasando de 30 beneficiarios en cada municipio, incluyendo Barraquilla, a 198 en 17 poblaciones. En otros cinco municipios (Soledad, Malambo, Sabanalarga, Luruaco y Puerto Colombia) van a tener cien cupos adicionales, para un total de 298 en cada uno; mientras que en el Distrito los cupos llegan a un total de 1.074 jóvenes.
“Como respuesta a esta problemática que viene afectando a los jóvenes cada vez a más temprana edad, en todos los municipios se hizo un aumento significativo, porque antes manejábamos 30 cupos en cada uno, incluyendo Barranquilla”, explicó.
La funcionaria llamó la atención sobre el papel de la familia y la escuela en esta labor de prevención. Destacó que los padres deben tener una efectiva comunicación con sus hijos para poder intervenir a tiempo en situaciones de riesgo.
En cuanto a la escuela, la directora regional del ICBF expresó su preocupación por la carencia de departamentos de Bienestar Social y considera indispensable la presencia en cada colegio de psicorientadores.
El secretario de Educación de Barranquilla, José Carlos Herrera, afirmó que el objetivo de esta administración, al implementar la jornada complementaria en las instituciones educativas del Distrito, es que los estudiantes permanezcan más tiempo en los colegios.
“Si los niños y jóvenes permanecen más horas en las escuelas, en actividades formativas y recreativas, deportivas, estamos garantizando un mejor aprovechamiento del tiempo y de esta manera aportamos a la prevención”, explicó el funcionario.
Efectos en la salud. Las sustancias psicoactivas se caracterizan por su capacidad de alterar el normal funcionamiento del organismo y la actividad consciente del individuo, relacionadas con las emociones, estado de ánimo, sensaciones y percepciones.
El médico toxicólogo Agustín Guerrero llamó la atención sobre el hecho de que las urgencias en personas muy jóvenes motivadas por infartos cardiacos, hemorragias cerebrales, convulsiones, arritmias o hipertensión, sin causa aparente, en la mayoría de los casos, están relacionadas con el uso de sustancias psicoactivas.
Explicó que “los efectos de estas sustancias van a depender de su tipo y lo que más preocupa es que su consumo se está dando a muy temprana edad”.
Las sustancias psicoactivas se clasifican en tres grandes grupos, según sean depresoras, estimulantes o alucinógenas. Como común denominador el médico menciona que estas sustancias, incluyendo el alcohol, generan dependencia psíquica, que genera una necesidad compulsiva de ingerir el producto en forma continua.
También se presenta el síndrome de abstinencia, que es una necesidad fisiológica que los lleva al consumo de la sustancia, o de lo contrario produce síntomas desagradables como calambres abdominales, ansiedad, llegando incluso a convulsiones que pueden ser fatales. El toxicólogo llamó la atención sobre la tolerancia, que consiste en la necesidad de aumentar la cantidad consumida para producir el mismo efecto inicial.
De igual manera, el consumo de este tipo de productos afecta la salud mental de los niños y jóvenes, pero además a las familias y escuelas a las que pertenecen. La presidenta de la Fundación-Hogar Reencontrarse, Rosmary Christoph, aseguró que este flagelo trae consigo un incremento de las patologías a nivel mentales, deserción escolar, depresión e incluso, intentos de suicidio.
Explicó que las relaciones intrafamiliares se deterioran, incrementándose de manera significativa los conflictos.
“Esta situación se ha vuelto tan preocupante en los colegios, que varios de ellos han acudido a nosotros para que los orientemos en la prevención y el manejo de este tipo de casos”, agregó.
La especialista indicó, desde su experiencia en atención de menores, que este flagelo afecta por igual a los que residen en el norte como en el sur de la ciudad.
Más de 95 mil encuestados
La muestra analizada en el II Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Población Escolar incluyó 95.303 estudiantes de secundaria de 1.134 establecimientos educativos en 27 departamentos del país. Los ministerios de Educación Nacional, de Justicia y del Derecho y de Salud y Protección Social, con el apoyo de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas y la Oficina de Asuntos Narcóticos de la Embajada Americana en Colombia realizaron el estudio para estimar la magnitud del consumo de alcohol, tabaco y estupefacientes en estudiantes de secundaria con edades entre 11 y 18 años.
Fuente: elheraldo.co