9 de julio de 2012.-
El aumento del consumo de drogas y alcohol en los estudiantes secundarios encendió la señal de alarma en las autoridades. Si bien llevan a cabo acciones de prevención, es poco lo que pueden hacer si los padres no se involucran en la lucha contra las adicciones, según consideró el director general de Gestión Hospitalaria del Ministerio de Salud Pública de la Provincia, Eduardo Pujol.
“Es la familia la que debe ser la protectora y cuna del desarrollo de los jóvenes, porque el Estado puede hacer su trabajo en materia de promoción y prevención del consumo pero si la familia está ausente es difícil combatir este problema social”, dijo el funcionario.
La ingesta de sustancias “es un problema social, no de salud pública. Desde nuestra área hacemos lo que nos corresponde porque es un entramado que se nos metió en nuestra sociedad”, dijo Pujol y remarcó que el Ministerio de Salud de la Provincia de Corrientes trabaja en los colegios secundarios con programas de concientización, mediante charlas y talleres destinados a los jóvenes. “Estas drogas penetran en nuestra sociedad a través de la publicidad, eslogan y de la comercialización de las mismas”, consideró el funcionario en el portal NordesteYa.
Según datos de la quinta encuesta nacional sobre consumo de sustancias psicoactivas elaborada por el Observatorio Argentino de Drogas –dependiente de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar)– , 49,3% de los estudiantes manifestó haber tomado alcohol en los 30 días anteriores a la realización del relevamiento. Este porcentaje se mantiene estable desde 2001, cuando poco más del 50% de los adolescentes dijo haber tomado alguna bebida alcohólica, aunque el relevamiento difundido dio cuenta de que el 7,4 por ciento de los menores de 14 años que consume alcohol lo hace en forma diaria.
Esta última encuesta realizada por el organismo nacional, entre agosto y septiembre del año pasado, analizó el comportamiento de 90.450 estudiantes de nivel medio de todo el país, de 814 escuelas.
Drogas
La preocupante tendencia en cuanto al alcohol se replica en los datos difundidos por la Sedronar con respecto a las drogas, en los que revela que en la última década creció 131 por ciento el uso de estupefacientes entre los alumnos de colegios secundarios.
La propensión en el incremento de consumo de las drogas ilegales se mantiene alta desde la primera evaluación oficial, realizada en 2001. Ese año se determinó que 5,2 por ciento de los alumnos había consumido sustancias prohibidas. La progresión del crecimiento de consumo de drogas ilegales entre los adolescentes de 13 a 17 años pasó a 7,1 por ciento en 2005; 9,3 por ciento, en 2007, y 9,6 por ciento, en 2009. La baja percepción del riesgo sobre el consumo de algunas sustancias, como la marihuana, y la elevada tolerancia social a su utilización forman parte de las explicaciones sobre el incremento de jóvenes que probaron algún estupefaciente.
El punto positivo observado por las autoridades nacionales apunta al 88% que se mantiene al margen de esas actividades.
También se notó una disminución positiva en el consumo de la pasta base de cocaína, conocida aquí como paco, infiriéndose esa situación como resultado del gran conocimiento público sobre el daño inmediato que provoca esa sustancia.
Fuente: La República