24 de julio de 2012.-
Los investigadores estiman que, aproximadamente, el 30 por ciento de los pacientes sometidos a procedimientos de cirugía general, son fumadores. A pesar de que fumar se asocia con un mayor riesgo de padecer numerosas complicaciones postoperatorias, especialmente las relacionadas con los resultados pulmonares, cardiovasculares, y la cicatrización de heridas, hasta ahora existía poca información disponible capaz de comparar los costos quirúrgicos de los fumadores, en comparación con los no fumadores, según explica Aparna S. Kamath, autor principal del estudio, y profesor de Medicina Interna en la Universidad de Iowa.
En este estudio, Kamath y sus colaboradores analizaron datos, recogidos durante un año, de 14.853 pacientes que habían sido sometidos a una operación de cirugía general. Los pacientes, hombres, en su mayoría blancos, se clasificaron en tres grupos: el 34 por ciento eran fumadores actuales (eran fumadores durante el año antes de su operación), el 39 por ciento eran ex fumadores (pacientes con antecedentes de tabaquismo, pero que no fumaron durante el año antes de su operación), y el 27 por ciento eran no fumadores. Posteriormente, los investigadores examinaron los costos hospitalarios en tres áreas: la operación, la readmisión a los 30 días del alta, y la duración de la estancia hospitalaria.
Debido a que los fumadores suelen tener condiciones coexistentes de salud, tales como hipertensión, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, diabetes, o enfermedad arterial coronaria, los investigadores controlaron estos factores, y otros, como la edad y la urgencia de la intervención quirúrgica. Los resultados del estudio mostraron que los costos totales de hospitalización fueron un 4 por ciento más alto para los fumadores, en comparación con los pacientes que nunca habían fumado. Esta conclusión se tradujo en un mayor costo de, aproximadamente, 900 dólares por cada paciente que se sometió a un procedimiento quirúrgico. Por el contrario, los costos no fueron estadísticamente significativos para los ex fumadores, en comparación con los pacientes no fumadores.
Complicaciones
Otro de los objetivos del presente trabajo fue determinar si el aumento de los costos de los fumadores fue, principalmente, resultado de las complicaciones respiratorias. Después de un análisis posterior, los investigadores encontraron que, de hecho, fue la tasa de complicaciones respiratorias, y no la duración de la estancia hospitalaria, la que representó el gasto adicional.
En resumen, los hallazgos de este estudio subrayan la necesidad de intervenciones conductuales, destinadas a preoperatorios, para que los pacientes dejen de fumar. Según Kamath, «esta investigación refuerza la idea de que debemos animar a los pacientes a dejar de fumar antes de someterse a una operación, con el fin de mejorar los resultados de la cirugía».
Es importante destacar que, incluso cortos períodos de abstinencia pueden ser beneficiosos. «Aunque nuestra investigación no abordó directamente esta cuestión, la evidencia sugiere que dejar de fumar antes de una operación, incluso tan poco tiempo como entre cuatro y seis semanas antes del procedimiento, mejora los resultados postoperatorios, y disminuye las complicaciones en los pacientes», concluye Kamath.
Fuente: ABC.es