8 de agosto de 2012.-
Alcoholímetro obligatorio en Francia, el pago de peajes en Portugal o los límites de velocidad en Alemania. A la hora de viajar en coche al extranjero hay que tener en cuenta la normativa de cada país para no acabar las vacaciones con una multa en el bolsillo.
Eso sí, antes de ponerse al volante, es primordial verificar el estado del vehículo (luces, ruedas, frenos, nivel del aceite, etc... ). Una vez en ruta, recordar que es recomendable descansar cada cierto tiempo, no beber alcohol y no comer en exceso.
Dicho esto, el más valioso de los consejos -al menos desde el punto de vista económico- es el que evite las multas. Aquí van algunas recomendaciones si nos vamos de vacaciones al extranjero:
Francia
A partir del 1 de julio será obligatorio llevar un alcoholímetro individual en el vehículo. No es necesario soplar al montarse en el coche. Es como los chalecos reflectantes o el resguardo del seguro: con meterlo en la guantera es suficiente. Se pueden comprar en farmacias y parafarmacias.
Hay una moratoria de cuatro meses para ponerse al día, por lo que hasta octubre, la infracción se quedará en una pequeña bronca del agente de turno en vez de los once euros que marca la ley. El alcoholímetro se pedirá a cualquier vehículo que entre en territorio galo. Si solo va a pasar el día a San Jean de Luz o a Biarritz también lo necesitará.
Respecto a las autopistas francesas, en las que todavía se usan las cabinas de peaje es muy importante recordar que solo aceptan metálico o tarjetas de crédito. Las de débito como la Visa Electron no sirven por lo que después de recorrer cientos de kilómetros puede que se encuentre frente a la barrera, sin posibilidad de avanzar, ni de retroceder. Lleve, por lo que pueda pasar, monedas y billetes. Por cierto, salvo en las salidas más frecuentadas tampoco hay ninguna persona en las cabinas. Nadie le ayudará a salir de allí.
Portugal
Más de uno se ha protagonizado ya un involuntario 'simpa' en una autopista portuguesa desde que entraron en funcionamiento los peajes electrónicos. En estas vías no hay cabinas de cobro y el comienzo de la zona de pago está marcada por unos arcos equipados con cámaras. La forma de distinguirlas es por unas señales que indican "electronic toll only", aunque hay quien no repara en el error hasta que ya es demasiado tarde.
El problema es que una cámara registra la matrícula de los vehículos que no tienen el obligado dispositivo de pago y acaban recibiendo la correspondiente sanción. No es ninguna broma ya que asciende a diez veces el peaje (mínimo de 25 euros). Existe, es un decir, la opción de pagar a posteriori, pero solo si eres ciudadano portugués. Así que si tiene pensado circular por el territorio luso, mejor ir preparado.
Los medios de prepago menos onerosos para los extranjeros son el dispositivo electrónico temporal (fianza de 27,5 euros más al menos 10 de gasto) y el título de prepago de 3 días (pasos ilimitados), que consiste en colocar una pegatina en el parabrisas del coche. Cuesta 20 euros, se puede conseguir por Internet y está permitido usar hasta seis pegatinas diferentes por años, es decir, 18 días.
El dispositivo español Via T no puede ser utilizado para viajar por Portugal por el momento.
Italia
El funcionamiento de las autopistas italianas es muy parecido al de las españolas. No tendrá demasiados problemas. Sin embargo, en las carreteras secundarias sigue manteniendose una extraña constumbre. Además de molesta es bastante peligrosa, así que abra bien los ojos. Allá donde existe arcén los transalpinos acostumbran a adelantar independientemente de que venga alguien por el carril contrario.
El truco está en encender las luces. Al igual que esa máxima falaz de que "como he dado el intermitente ya tengo prioridad", las luces de cruce confieren el sobrehumano poder de invadir el carril contrario. Claro, el resto de automovilistas lo saben y entonces se echan al arcen para facilitar la maniobra. El problema es para los visitantes novatos. Mucho ojo a los guiños.
Por otra parte, si va a visitar los preciosos cascos urbanos de ciudades como Florencia considere que está prohibido circular por ellos en coche. En realidad no lo está, pero es es tan complicado saber realmente en que momento se deja pasar a los coches (qué días de la semana y a qué horas) que seguro terminarán multándole". O peor, se quedará encerrado por los pivotes que limitan las zonas en las que solo los vecinos tienen potestad para circular. Así que deje siempre el coche en el hotel y múevase a pie. Será bueno para su salud y para su bolsillo. A fin de cuentas, el fuerte castigo del parking lo tiene que asumir de todos modos.
Alemania
Hasta hace relativamente poco era el paraíso de la libertad automovilística. Las autopistas son gratis y no tienen límite de velocidad. Además, en las zonas muy concurridas obligan a los camiones a ir en hilera, despacido y por el carril de la derecha. No obstante, en los cascos urbanos de algunas ciudades, han salido en rescate del medio ambiente y han implementado un sistema de zonas verdes para las que es necesario pedir una autorización que dependerá de las emsiones del vehículo. En caso de no tener la pegatina se recibe una multa de entorno a 40 euros.
Austria, Bulgaria, República Checa, Hungría, Montenegro, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia y Suiza cobran por entrar al país
Cada vez son más los estados europeos que tienen implantado el sistema de vignette o viñeta. Es decir, que para circular por sus carreteras hay que comprar una pegatina (léase pagar un impuesto) y ponerla en el parabrisas. Hasta ahora es algo extraño en España, pero la Diputación Foral de Gipuzkoa ya ha insinuado su intención de aplicar algo similar en su red vial. Su origen está en Francia, en los años 50, pero en 2001 la eliminaron completamente
Los precios y periodos varían de una país a otro. Suiza es el más famoso de todos. El pago es anual: 40 francos suizos. Incluso si solo va a cruzar el país para llegar a Alemania o Austria, o si intenta llegar a Zurich para realizar un depósito de efectivo deberá abonar toda la tasa. Como si viviera allí.
En Austria hay permisos semanales, mensuales y anuales. Son más económicos. No así las multas. No obstante, todavía hay trayectos en los que pagará un peaje adicional, por ejemplo, en los grandes túneles bajo los Alpes. De todos modos es comprensible, perforar varias decenas de kilómetros de roca no resulta barato. Los pasos son tan largos y profundos que la temperatura puede llegar a subir hasta cinco grados respecto a la del exterior. No baje la ventanilla del vehículo. En Suiza también son de pago algunos pasos hacia las estaciones de esquí.
En la República Checa, la vignette es casi simbólica, pero son muy estrictos respecto al asunto. Como en los otros países se puede comprar la vignette por Internet o en las áreas de servicio cercanas a las fronteras. De hecho en Suiza, donde se mantienen los controles fronterizos, la Policía le ofrece una al comprobar su pasaporte. Eso sí, el precio que le aplicarán es el mismo tanto en francos suizos como en euros. Lleve dinero cambiado. Sino tendrá que discutir con ellos y aunque dominan tanto el francés como el alemán y el italiano, acabará por no entender nada y dándoles lo que le pidan.
Fuente: Diario Vasco