10 de septiembre de 2012.-
Un estudio publicado en la revista Journal of Studies on Alcohol and Drugs revela ciertos patrones en la actividad cerebral de un adolescente que ayudan a predecir si el joven en cuestión acabará teniendo problemas con el consumo de alcohol. Los expertos rubrican que el elevado consumo de alcohol en la adolescencia, así como iniciarse en el hábito a una edad temprana, provoca graves secuelas en el cerebro de esa persona, ya que el órgano está en pleno desarrollo.
Los investigadores, de la Universidad de California, en San Diego, obtuvieron imágenes de resonancia magnética de los cerebros de varios jóvenes de entre 12 y 16 años que no habían comenzado a beber y monitorizaron sus hábitos de vida durante el siguiente trienio.
La actividad, similar a la de los bebedores asiduos
De acuerdo con los resultados extraídos del estudio, aquellos jóvenes que demostraban menor activación en ciertas zonas de cerebro tenían más riesgo de convertirse en bebedores habituales en los siguientes años. «Existe una cierta vulnerabilidad previa al consumo de alcohol», aseguró una de las «madres» del trabajo, la doctora Lindsay M. Squeglia.
Los investigadores también encontraron que, una vez que habían empezado a beber, la actividad cerebral de los jóvenes mostraba patrones similares a los de los bebedores asiduos. Esto refuerza la idea de que el consumo excesivo de alcohol afecta al cerebro en un momento de la vida en el que se necesita su máximo rendimiento
Fuente: ABC