17 de septiembre de 2012.-
Así lo revelan, entre otros, dos informes emitidos casi simultáneamente por diferentes entidades del Estado: la Oficina de Rendición de Cuentas adscrita al Congreso y la Oficina de Prevención de la Casa Blanca. En el primero se advierte que la proporción de la población que usa drogas ilícitas pasó del 8.3 por ciento al 8.9 por ciento entre el 2002 y el 2010, lo cual significa que en este último año el número de personas vinculadas al consumo superó la cifra de los 22 millones.
Al tiempo, el presupuesto para prevenir y tratar a las personas afectadas que solicitan ayuda se estima en 25.000 millones de dólares en el presente año, que implica un crecimiento del 30 por ciento con respecto a lo gastado en el 2004.
La oficina de prevención (ONDCP) estima que los consumidores crónicos aumentaron a 13 millones en el caso de la marihuana, a 2,8 millones los de cocaína, a más de 1,3 millones los de metanfetaminas y a 841 mil los de heroína, el único segmento que disminuyó a lo largo del periodo.La misma oficina indica que cada día ingresan al consumo de drogas ilícitas 8 mil jóvenes mayores de 12 años y que anualmente las personas tratadas por las entidades de salud superan el medio millón.
Por su parte la agencia vinculada al Congreso calcula que el impacto económico de dicho fenómeno, en términos de costos de salud, delincuencia y menor productividad laboral, ascendió a 193.000 millones de dólares en el 2007.
Sin embargo esta cifra varía sustancialmente de acuerdo con la fuente. La directora del Instituto Nacional de Abusos de Drogas, Nora D. Volkow, explicó en un reciente informe al Congreso que el consumo y la adicción de drogas ilícitas, alcohol y tabaco, le generan costos al Estado del orden de los 600.000 millones de dólares anualmente si se tiene en cuenta su impacto en materia de salud, delincuencia y productividad laboral.
La dependencia de la Casa Blanca, bajo la dirección de Gil Kerlikowske, un experto de más de 35 años de experiencia en delitos juveniles, considera que el expendio de drogas es sin duda "un gran negocio" en este país, cuyas ventas en el 2006 se estimaban en 100.000 millones de dólares, comparables con las de las bebidas alcohólicas, cuyo monto ascendió en la misma fecha a 116.000 millones, y con el consumo de cigarrillos valorado en 87.000 millones de dólares, resultado de la venta de 12.000 millones de cajetillas.
Se señala que uno de los aspectos claves en la política de prevención es el de romper el círculo que existe entre uso de drogas, crimen, delincuencia e ingreso a la cárcel. Se explica que las muertes vinculadas a la cocaína ascendieron de 3.565 a 7.475, entre el 2000 y el 2006.
Frente a lo anterior, se revela que la meta de la administración Obama es reducir el consumo en un 15 por ciento de aquí al 2015 y llevar el promedio de edad de iniciación en las drogas de 17.6 años (promedio actual) a 19.5 años en dicha fecha. En ese sentido, los objetivos centrales de la estrategia interna anti-drogas son: evitar, retardar y sacar del consumo a dicho porcentaje de jóvenes.
Más consumo en los colegios
El consumo de marihuana superó por primera vez en muchos años al cigarrillo entre la población escolar de los colegios de bachillerato de Estados Unidos.
De acuerdo con la ultima encuesta sobre consumo de drogas ilegales, conocida como el 'Estudio Anual para la Observación del Futuro', un 21.4 por ciento de los jóvenes de las escuelas de secundaria reconoció haber fumado marihuana - durante los últimos 30 días previos al sondeo-, durante el 2010, frente a un 19.2 por ciento de quienes consumieron cigarrillos.
Los estudiantes de último grado de bachillerato constituyeron el segmento donde se registro el mayor crecimiento de consumidores de marihuana, en niveles que no se observaban a lo largo de los últimos 20 años. No obstante, el porcentaje de más alto crecimiento en el consumo de marihuana se dio entre los estudiantes de octavo grado.
Al mismo tiempo, la tasa de consumo de cigarrillos fue la más baja de los últimos 35 años, según las series estadísticas que se llevan en esta materia, bajo la supervisión de la Universidad de Michigan.
Para la doctora Volkow dicho fenómeno "constituye el peor problema social que enfrenta la nación", dadas sus repercusiones de todos los órdenes para jóvenes y adultos.
Dijo que por fortuna el mundo científico cada vez está más cerca de comprender la influencia de dichos vicios sobre el cerebro de las personas, lo que abre un panorama positivo para encontrar ayudas que permitan a la gente reducir su dependencia de ese tipo de drogas. Según las estadísticas, 1 de cada 11 jóvenes que prueban la marihuana quedan adictos a su consumo.
Ciencia y adicción
Precisamente en este campo, científicos de la Universidad de Chicago han descubierto que tanto la nicotina como la cocaína dejan en su primer contacto con el cerebro la misma "marca" que crea la dependencia a los narcóticos. Hasta la fecha, según ellos, se creía que el cigarrillo y la cocaína influían de distinta manera el sistema de neuronas del cerebro.
En otra investigación reciente, adelantada bajo la dirección del profesor Adam Barry, de la Escuela de Salud de la Universidad de Florida en Gainesville, se encontró que no es la marihuana el paso previo para el consumo de drogas más pesadas, sino el consumo del alcohol.
En un estudio con 14 mil bachilleres, de 120 escuelas públicas y privadas, se marcó claramente la tendencia de que es el consumo de licores, la "puerta de acceso", al uso de las drogas más dañinas como la cocaína y las pastillas sintéticas. En ese sentido recomendaron que evitar o retrasar el consumo de licor es otra herramienta clave en la prevención del uso de narcóticos.
Fuente: ElTiempo.com