8 de noviembre de 2012.-
Según un trabajo que publica publicación British Journal of General Practice, realizado en la Universidad de Southampton (Reino Unido), este sistema será una herramienta valiosa porque muchas personas no suelen reconocer que beben en exceso y los daños causados en el hígado sólo son aparentes cuando están en niveles avanzados y el órgano comienza a fallar.
Demasiado tarde
El hígado tiene una gran capacidad de autorregenerarse; sin embargo, en las personas que beben mucho, el daño puede ser irreparable. El problema, señalan los investigadores, es que el deterioro no es visible en muchas ocasiones hasta que las complicaciones son muy graves, incluso cuando un paciente con daño hepático ha dejado de beber, por lo que suele ser demasiado tarde y las complicaciones son mortales.
La nueva prueba muestra los resultados en colores: el verde significa que es poco probable que haya daño hepático, el amarillo señala que la probabilidad de daño es de 50% y el rojo indica que es muy probable que el hígado esté dañado y que la enfermedad es potencialmente irreversible.
El análisis combina una prueba hepática que los médicos ya utilizan de forma rutinaria con otros dos exámenes que miden el nivel de cicatrización en el órgano, un trastorno llamado fibrosis hepática. Los investigadores sometieron a más de 1.000 pacientes a la prueba.
Los resultados mostraron que el análisis también puede realizar un pronóstico de la enfermedad hepática. Según los investigadores, entre los pacientes que mostraron un código rojo (50%) y que fueron sometidos a un seguimiento, cerca de 25% murió dentro de los siguientes cinco años. Sin embargo, agregan, ninguno de los que mostraron código verde murió o desarrolló complicaciones.
Mensaje a bebedores
Tal como le explica a la BBC Nick Sheron, quien desarrolló el análisis, «ésta es una herramienta poderosa y un mensaje para la gente. Si un paciente muestra el color amarillo podemos decirle que 'no estamos absolutamente seguros pero tiene una probabilidad de 50:50 de tener acumulación de cicatrices en el hígado, y tiene una probabilidad significativa de morir en los siguientes cinco años. Y hemos visto que para la mayoría de los pacientes esta advertencia es buen estímulo para dejar de beber o al menos reducir su consumo a niveles seguros».
No sólo quienes beben más alcohol del recomendado están en riesgo de daño hepático. La gente que bebe y que tiene sobrepeso o aquéllos con diabetes tipo 2 también pueden someterse al análisis, afirma Sheron.
Fuente: ABC