Diario: El periódico de Gijón
Fecha: 17/10/2003
Palabras clave: Adicciones, cambiantes, Modas, Experto
Tema: Drogas
Adicciones cambiantes
Las adicciones también siguen modas. Si la heroína fue la reina durante una época, ahora está destronada por cocaína y pastillas, incluso, sin hablar de substancias, hay personas enganchadas al juego, a internet e incluso a los teléfonos móviles. Para el presidente de Proyecto Hombre en Asturias, Luis Manuel Flórez García (Floro), esto prueba que el problema no está en las sustancias, sino en las personas.
Este experto conoce muy bien la evolución de las adicciones, no en vano lleva una quincena de años trabajando para desintoxicar a cientos de personas. De aquellos primeros drogadictos que llegaron a su asociación con el firme propósito de rehabilitarse, casi la mitad tenían el VIH y la mayoría consumía heroína.
Floro ha visto a muchos recuperarse. Otros, desgraciadamente, se quedaron por el camino, pero él sigue ahí, dispuesto a atender a una nueva generación que ya empieza a pedir ayuda y que ya no tiene el aspecto de aquellos yonquis de los ochenta.
Los consumidores de pastillas llegan uno a uno, en un constante goteo, casi siempre precedidos por sus familias. El responsable de Proyecto Hombre está seguro de que sólo es cuestión de tiempo que estos jóvenes, muchos adolescentes, se den cuenta de su problema e intenten salir de él. Por eso pide que ya se ponga en marcha un programa específico que atienda a estos nuevos drogadictos.
"Existe una baja percepción del riesgo porque ya no los vemos como a ´yonquis´ por ahí tirados", comenta, pero él sabe bien que una única pastilla puede tener consecuencias irreparables, e incluso puede matar.
ATENCION
Para este experto, siempre es mejor prevenir que cuidar y por eso pide a los padres que presten atención a sus hijos, no que se conviertan en su sombra, pero que tampoco esperen a encontrarlos drogados, hay otros signos.
En el triángulo formado por familia, educación y tiempo libre suele estar la causa de una adicción y es donde se puede detectar. El cambio repentino de hábitos, de carácter, de amigos o un bajón en el rendimiento escolar de los chicos suelen ser indicativos de algún problema, aunque no tiene necesidad de estar relacionados con las drogas conviene controlarlo. "Hay que encontrar espacios para dialogar", concluye Floro.