Diario: El Mundo
Fecha: 10/02/2002
Palabras clave: Narcotráfico, Red, Ejército
Tema: Narcotráfico
El Ejército, en la red del narcotráfico
Un oficial de la DEA acusa a las tropas venezolanas desplegadas en la frontera con Colombia de llevar droga en sus vehículos
RAMY WURGAFT. Corresponsal
BUENOS AIRES.- Según crece la oposición a su régimen, a Hugo Chávez se le van descubriendo más y más trapos sucios. Un funcionario de la brigada antinarcóticos de Estados Unidos, conocida por las siglas DEA, sostiene que unidades del Ejército venezolano, desplegadas en la frontera con Colombia, están participando en el tráfico de cocaína.
En declaraciones a una comisión del Senado, que visitaba las oficinas de la brigada en Miami, el capitán Roger Palomino estimó que los altos mandos castrenses «no pueden ignorar lo que ocurre en la frontera» y de ahí que tampoco el presidente sea ajeno a esta nueva conexión, que tendría como polos a la ciudad venezolana de San Cristóbal y a la localidad colombiana de Cúcuta.
Palomino reveló que algunos guardias fronterizos sirven de escolta a los traficantes cuando no trasladan los alijos en sus propios vehículos. El agente alertó sobre la posibilidad de que Venezuela se transforme en un nuevo centro de distribución de pasta de coca hacia Norteamérica y el Caribe.
Hace tiempo se comenta que Hugo Chávez mantiene estrechos lazos con el jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Manuel Marulanda, a quien ha descrito como «uno de los últimos idealistas que van quedando en el mundo». La DEA sospecha, según publica la revista británica Jane's Intelligence Review, que los vínculos de Chávez con las FARC van más allá de los elogios, habiendo fructificado en «pingües y oscuros tratos» relacionados con la droga y con el ofrecimiento de santuario a los guerrilleros.
En Venezuela se acrecienta el clamor de quienes invitan al Ejército a que ponga fin al régimen bolivariano del vitriólico comandante. Ayer sumaba su voz el ex presidente Carlos Andrés Pérez, quien en declaraciones a medios colombianos y a Efe vaticinó que «los militares están a punto de tomar la decisión correcta: la de apartar a Hugo Chávez del poder».
Pérez, quien gobernó Venezuela durante dos periodos y que fue destituido en 1993, acusado de corrupción, se ofreció para colaborar en la conducción del país. «Admito que como producto de la rutina y del cansancio, bajé la guardia y personas en las que confiaba aprovecharon esta situación para incurrir en prácticas ilícitas. Esto no impide que el nuevo liderazgo, que se va a constituir dentro de un breve plazo, no pueda aprovechar los frutos de mi experiencia».
Pérez proclamó que Chávez «está prácticamente caído, pues quienes lo apoyan son una minoría insignificante». Añadió que lo único que falta «es que el Ejército le dé el golpe de gracia» y concluyó asegurando que el actual gobernante padece trastornos psicológicos, que le hacen creer que reencarna a Simón Bolívar.