Diario: El Mundo
Fecha: 13/02/2002
Palabras clave: Alcohol, Consumo, Ley, Vía Pública, Publicidad
Tema: Alcohol
NUEVA NORMA / Rajoy anuncia un texto que elevará de 16 a 18 años la edad para poder comprar bebidas alcohólicas / Se limitará la publicidad y se endurecerán las multas a los establecimientos que vendan a menores
Una ley prohibirá el consumo de alcohol en la vía pública y su venta a menores
Rajoy anuncia una normativa que endurecerá las sanciones y restringirá la publicidad
RAFAEL JOSE ALVAREZ
MADRID.- ¿Gente bebiendo latas de cerveza escondidas en bolsitas de papel? ¿Whisky en la intimidad del cuarto de estar? ¿Una ley seca para las aceras? El Gobierno quiere prohibir el consumo de alcohol en la calle y elevar a los 18 años la edad mínima para poderlo comprar.
Ante la mismísima Reina Sofía y otros dos colegas ministeriales -Celia Villalobos (Sanidad) y Juan Carlos Aparicio (Trabajo)-, el vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior, Mariano Rajoy, se descolgó ayer con el anuncio de una ley básica sobre el alcohol llena de restricciones, multas y mandamientos.
El Ejecutivo pretende regular la prohibición del consumo en la vía pública, subir de 16 a 18 años la edad mínima para la compra, ordenar los recortes a la venta, distribución y consumo, limitar la publicidad de las marcas de bebidas y endurecer los castigos a los establecimientos que vendan alcohol a menores.
Durante la presentación del congreso Jóvenes, Noche y Alcohol, Rajoy resumió las preocupaciones de la Administración ante los últimos datos oficiales: tres de cada cuatro chavales de entre 14 y 18 años beben alcohol. De ellos, la mitad lo hace el fin de semana y un 15%, todos los días. «Además, este consumo se inicia a una edad muy temprana, a los 13 años».
Frente a una sorprendida concurrencia de políticos, congresistas y periodistas, Rajoy aseguró que el Gobierno «espera contar» con la colaboración de las comunidades autónomas y de las corporaciones locales para la elaboración definitiva de la ley. En realidad, seis comunidades autónomas Aragón, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Murcia y Valencia ya tienen leyes que prohíben el consumo de alcohol en la calle, aunque su aplicación real acaba dependiendo de cada ayuntamiento.
La ley que avanzó ayer Rajoy extenderá esa prohibición regionalista por todo el territorio nacional y unificará la edad mínima para comprar una botella de alcohol, algo que ahora también depende de cada comunidad y que oscila, según el Gobierno autónomo de turno, entre los 16 y los 18 años.
La idea de Rajoy no parece una ocurrencia de última hora, toda vez que el Ministerio de Sanidad está ultimando un proyecto de real decreto para elevar a 18 años la edad legal límite para la venta de alcohol. En el borrador aparecen también asuntos relacionados con la venta y el suministro de bebidas alcohólicas.
Las intenciones de Mariano Rajoy son convocar en breve la comisión interministerial que se ocupa de asuntos de drogas (Sanidad, Interior y Asuntos Sociales) y la conferencia sectorial de las comunidades autónomas para consensuar un texto que enviar posteriormente al Consejo de Ministros.
Fuentes de Interior contaron ayer que la ley no prohibirá la actividad de las terrazas «porque pagan sus impuestos» ni el consumo individual en la calle. «Se trata de perseguir el consumo abusivo en público».
«Consumo abusivo»
La gran pregunta será entonces: ¿qué es consumo abusivo?
El propio Rajoy explicó anoche que su intención es «hacer una ley básica para fijar claramente la prohibición de consumo en vías y lugares públicos», informan Fernando Lázaro y Marisa Cruz.«Hay muchas ciudades que algunos días de la semana ven dificultada la normal convivencia de la gente», aseguró el ministro.
En el saco de «consumo abusivo» no parecen entrar las prácticas socialmente aceptadas, según las declaraciones de Rajoy a EL MUNDO: «A usted no le van a prohibir tomar una cerveza en una terraza. Hasta ahí podíamos llegar».
La cocción de esta ley tiene mucho que ver con el botellón, un fenómeno en crecimiento que implica a millones de jóvenes en España y que ya ha provocado roces sociales en muchos lugares.
La reunión nocturna de jóvenes en zonas públicas en torno a unos cuantos litros de alcohol ha disparado las alarmas políticas y sanitarias. Los chavales beben mucho, ensucian las calles y molestan a los vecinos.
El conflicto entre los derechos a estar en la calle y a descansar ha generado leyes como las de las seis comunidades que prohíben el consumo en la vía pública o medidas como la del Ayuntamiento Madrid, cuyo alcalde estaba ayer presente en la inauguración del Congreso, que ya ha sacado la policía a la calle para eliminar todo rastro de botellón en algunas plazas de la ciudad.
La inquietud de los poderes públicos ha culminado en el congreso que inauguró ayer la Reina, una cita que corre de boca en boca como el Congreso del Botellón. En ese marco, el vicepresidente del Gobierno aseguró que el consumo de alcohol entre los jóvenes «tiene relación con el fracaso escolar, el desarraigo social y familiar, con la adopción de conductas violentas, con la mortalidad en los accidentes de tráfico y con innumerables problemas de salud física y mental».
En una mañana de noticias, Mariano Rajoy también adelantó que durante la Presidencia española de la Unión Europea se intentará aprobar dos propuestas: la incorporación de los programas de drogas y alcohol en los planes de estudio de las escuelas y la prevención del uso recreativo de esas sustancias entre los jóvenes.
La medianoche
«Invitamos a los estados miembros a aplicar unas medidas que ya se practican en España, como campañas de información, programas como Construyendo Salud y el concurso escolar Sinesio, en el que participan 80.000 alumnos», según señaló Rajoy.
Un rato antes, Gonzalo Robles, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, había ofrecido datos en torno a ese triángulo, joven / noche / alcohol. «Unos 80.000 jóvenes vuelven a casa después de las 12 de la noche. Ellos presentan un 51% más de consumo que los que vuelven antes. El porcentaje de quienes se emborrachan es de un 107% más que en quienes regresan antes de medianoche. Y los que siguen en la calle a las 12 de la noche tienen un 136% más de abuso de alcohol los fines de semana».