Diario: El Mundo
Fecha: 02/03/2002
Palabras clave: Sobredosis, Heroína, Toxicómana, Imágenes
Tema: Heroína
La joven Raquel, estudiante universitaria, murió a los 21 años de una sobredosis de heroína - Las autoridades británicas apoyan emitir el vídeo pese a su dureza
Los padres de una toxicómana difunden las imágenes de su muerte en colegios
El vídeo quiere alertar a los escolares del Reino Unido del peligro de las drogas
IRENE HDEZ. VELASCO. Corresponsal
LONDRES.- La historia de Raquel, se titula sin más. Es un vídeo de 22 minutos de duración que narra el tortuoso camino recorrido por una prometedora adolescente británica guapa, simpática, divertida, con un magnífico expediente académico y magistrales dotes de pianista- que acabó convirtiéndose en esclava de la heroína, hasta tal punto que, con 21 años, una sobredosis acabó con su vida.
Pero Raquel no es un personaje de ficción, existió de verdad: fue una chica de carne y hueso a la que la heroína mató en mayo del año 2000. Y el vídeo que narra su historia también es dolorosamente verídico.
De hecho, incluye unas imágenes tan sobrecogedoras como absolutamente reales de Raquel muerta, arrodillada en el suelo, con el pelo sobre la cara, la piel descolorida y una aguja hipodérmica en la mano. Fue así como la encontró la policía, tres días después de que la joven se inyectara, en una sórdida habitación alquilada de la localidad de Exmouth, la sobredosis fatal que acabó con ella.
En breve, La historia de Raquel comenzará a proyectarse en varios centros de educación secundaria del Reino Unido, en un intento por concienciar a los estudiantes de los peligros que encierra la heroína. Pero si este vídeo ha podido hacerse realidad es gracias a los padres de Raquel, Mike y Pauline Holcroft, quienes, en una decisión que ha desatado una enorme polémica en Gran Bretaña, han autorizado el uso de imágenes de su hija (incluidas aquellas en las que se la ve muerta) dentro de una campaña contra las drogas.
«La decisión de difundir las fotos del cadáver de Raquel ha sido muy difícil para nosotros, pero pensamos que, de alguna manera, estaríamos usando su cuerpo para ayudar a otras personas», explicaba ayer Pauline Holcroft, de 52 años. «Es horrible tener que ver imágenes así de tu propia hija».
Apoyos a la emisión
Por supuesto, tanto el Ministerio británico de Sanidad como el de Educación apoyan la emisión del vídeo de Raquel. «Es verdad que las fotos de Raquel muerta son bastante horribles», reconocía Mike Denton, responsable de Educación del condado de Herefordshire.«Pero una de las partes más horribles es ver la cara de la madre y la hermana de Raquel mientras narran su historia», añadía.«Si uno tuviera que imaginar el ambiente ideal para que una joven creciera feliz, esa sería la familia Holcroft».
Según la madre, la joven entró en contacto con la heroína a los 18 años, de la mano de un novio adicto. Al principio, y como suele ser habitual, Raquel se las apañó para mantener la situación bajo control. De hecho, y a pesar de que ya cabalgaba a lomos del caballo, fue admitida en cinco universidades. Se decantó por la de Bath, donde comenzó a estudiar psicología y sociología.
Pero, poco a poco, la heroína fue ganándole terreno. Así, sus padres comenzaron a notar que Raquel había cambiado: ya no era la chica alegre que solía ser, era una joven triste e insegura.Colgó los estudios y se fue a vivir a Exmouth con su novio. Fue allí donde, unos meses después, una sobredosis acabó con su vida, sin tiempo para cumplir el deseo que comunicó a sus padres poco antes: dejar a su novio y regresar a casa. «Yo creo que Raquel odiaba haber caído en la droga. Pero uno no puede dejarla de un día para otro», aseguraba ayer la madre. «Este vídeo analiza cómo puede una persona ocultar su adicción».
Sin embrago Roger Howard, de la organización Drugscope, cree que es poco probable que el vídeo vaya a ser efectivo. «Hay pocas pruebas que demuestren que tales tácticas de shock puedan ayudar a modificar comportamientos», aseguraba. «Lo que hay que cambiar es la política del Gobierno, para que den un enfoque social a lo que ahora lo tiene sólo criminal».