Diario: Estrella Digital
Fecha: 17/04/2002
Palabras clave: Opio, Cultivadores, Cosecha
Tema: Heroína
Los cultivadores de amapolas afganos se revelan contra la erradicación de las plantas Mashala Kamar (Afganistán).
Los cultivadores de amapolas de opio están indignados por el proyecto del Gobierno interino afgano de destruir sus sembrados a cambio de una indemnización que supone sólo una pequeña parte del valor de la cosecha. Mientras la comunidad internacional no para de alabar la "valentía" de la administración de Hamid Karzai, los campesinos denuncian la "injusticia" y el "juego sucio" del Gobierno interino. En la aldea de Mashala Kamar, unos 120 kilómetros al este de Kabul, el anuncio, el pasado día 3, de que el gobierno exige a los cultivadores de amapolas que arranquen las plantas que han mimado durante casi cuatro meses cayó como un jarro de agua fría. La promesa de una indemnización, en metálico y en el acto, de 1.250 dólares por hectárea les suena a una broma de mal gusto. "Esa cantidad la hemos gastado sólo en abono", dice con sorna el jefe de Mashala Kamar, Mohamed Yunas, mientras enseña los sembrados de amapolas, rojas y blancas, acompañado por otros hombres de la aldea.