Diario: El Mundo
Fecha: 01/05/2002
Palabras clave: Drogas Blandas, Legalización, Jóvenes
Tema: Drogas
SONDEO/ EL INJUVE DICE QUE LOS ESPAÑOLES SE ESTRENAN EN EL SEXO A LOS 17,7 AÑOS
Uno de cada tres jóvenes pide la legalización de drogas 'blandas'
El paro y el terrorismo son las principales preocupaciones
RAFAEL JOSE ALVAREZ
MADRID. Les preocupa el paro, el terrorismo y las drogas, creen que su bolsillo está mejor que el del país, se sienten tolerantes, dependientes y contestatarios a la vez, su prioridad es la salud, desatienden la religión y la política, nunca darían la vida por la revolución o la patria y saben mucho de sexo. Si fuera por sus contestaciones, por esa información de casilla y crucecita que sale de las encuestas, los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años serían así.
Y lo son, según el Sondeo Periódico de Opinión y Situación de la Gente Joven, elaborado por el Injuve en colaboración con el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que invirtió todo el mes de marzo en realizar 1.500 entrevistas.
Uno de los datos del estudio presentado ayer empuja a ver la botella medio llena o medio vacía. Cuenta el sondeo que el 44% de los jóvenes cree que el consumo de drogas debería estar penalizado siempre, una cifra que lleva a los autores del trabajo a concluir que los españoles menores de 30 años no son en este asunto tan tolerantes como se confiesan.
Sin embargo, el 33%, o sea, uno de cada tres, opina que las drogas blandas fundamentalmente el cannabis debería legalizarse y el 20% uno de cada cinco apuesta por no penalizar ningún tipo de consumo. Es decir, más de la mitad de los jóvenes abre la mano al consumo de drogas. Será por eso que el grupo de edad entre 20 y 29 años es el que más cannabis, éxtasis y cocaína toma de toda la población, como asegura el Plan Nacional sobre Drogas.
El estudio del primer trimestre de 2002 fabricado por el Injuve señala que la mayoría de los jóvenes se siente satisfecha con su vida (83%). Están bien, quieren a su familia y a sus amigos y se confiesan «alegres» o «animados». Pero un tercio dice estar atravesando un periodo de «estrés» y «nerviosismo».
Cuando la encuesta les preguntó por la imagen que tienen de sí mismos, los jóvenes contestaron que se ven tolerantes y solidarios, pero más inmaduros y dependientes que la generación de sus padres.«Sorprendentemente», dice el estudio, se consideran también más contestatarios que conformistas, «lo cual entra en patente contradicción con la atribución de un carácter inmaduro y dependiente».
¿Dónde están sus prioridades? En la salud, la familia, los amigos y el amor... alineadas así en este orden de juventud conservadora y sentimental que dibuja el Injuve. Por detrás de todo eso aparece el trabajo, el ocio, los estudios, el dinero y el sexo, asuntos que tienen «bastante», pero no «mucha» importancia para los ciudadanos encuestados.
La religión y la política no les importan nada, son las dos cuestiones peor valoradas. En otro regate al sentido común, los jóvenes reniegan de la política, pero dicen apostar por la justicia y la solidaridad como las principales causas por las que merece la pena luchar. Nueve de cada 10 opinan que no hay ninguna causa que justifique la violencia.
También ese porcentaje abrumador aparece la hora de hablar de sexo. Los jóvenes se consideran bien informados y el 85% asegura usar preservativo o píldora. Aun así, el 9% de las mujeres confiesa haber tenido un embarazo no deseado. El sondeo revela la edad media en la que los españolitos/as pierden la virginidad: 17,7 años.