Diario: El País
Fecha: 11/07/2002
Palabras clave: Hachís, Consumo, Legalización
Tema: Cannabis
Blair ordena a la policía dejar de perseguir el consumo de hachís
W. O. | Londres
El ministro británico del Interior, David Blunkett, confirmó ayer en el Parlamento que a partir de julio del año que viene, el cannabis será considerado una droga del tipo C, al mismo nivel que los esteroides y a los antidepresivos, siguiendo así las recomendaciones elevadas por el Parlamento. Aunque seguirá siendo una droga ilegal, la posesión de pequeñas cantidades de chocolate no será perseguida por la policía salvo que ésta se consuma en lugares inadecuados, como cerca de niños o escuelas.
El consejero del Gobierno en la materia, Keith Hellawell, ha dimitido de su cargo en protesta por lo que considera una "política confusa y peligrosa" que va a hacer el agosto de los camellos -vendedores- durante todo el año.
Para dejar claro que no se trata de una legalización del cannabis, Blunkett anunció que las penas para los traficantes aumentarán de los actuales cinco años de cárcel a 14 años de privación de la libertad. El objetivo de este nuevo enfoque es centrar los esfuerzos policiales en la persecución de las drogas más peligrosas. La cocaína y la heroína, sobre todo, pero también el éxtasis. Blunkett se ha negado a rebajar la peligrosidad del éxtasis del grado B al grado C como quería el Parlamento "porque mata".
La decisión se basa en un exitoso aunque polémico experimento llevado a cabo en el sur de Londres, donde la policía ha tolerado el consumo de hachís y se ha centrado en la persecución de las drogas duras.
La policía tendrá la consigna de no detener a quienes fumen chocolate, pero deberán confiscar la droga. "El mensaje es claro: las drogas son peligrosas", explicó el ministro. Pero unas son más peligrosas que otras. "Tenemos que concentrar nuestros esfuerzos en las drogas que causan más daño y a la vez enviar un mensaje creíble a los jóvenes", dijo.
El consumo de hachís está legalizado en todos los países de la Unión Europea, excepto Francia, Suecia, Finlandia y Grecia. La tenencia de pequeñas cantidades apenas es perseguida. En España, por ejemplo, sólo comporta una sanción administrativa.