Diario: ABC
Fecha: 05/09/2002
Palabras clave: Drogas, Narcotráfico, Delito, Universidad
Tema: Narcotráfico
Investigan un presunto delito de narcotráfico en la Universidad de Lérida
J. C.
BARCELONA. El rector de la Universidad de Lérida (UdL), Jaume Porta, pidió ayer a la Fiscalía que abra una investigación ante la denuncia de un presunto delito de tráfico de drogas en el centro. El caso fue denunciado por un ex alumno de Ingeniería Técnica de Sistemas Informáticos de la Escuela Universitaria Politécnica en una carta al director aparecida en un periódico local. En su misiva, el ex alumno, que no facilitaba su nombre, denunciaba ciertas actividades ilegales -como el tráfico de drogas- que llevaban a cabo «ciertas personas de la universidad, no sólo alumnos».
El rector descubrió la carta el mismo día de su publicación, el pasado domingo, y el lunes decidió abrir una investigación interna. Para ello se entrevistó con la directora del Departamento de Informática e Ingeniería Industrial (donde el autor de la carta explicó que cursaba Informática), con los tres últimos directores de la Escuela Universitaria Politécnica y con el Consejo del Estudiantado. Según explicó Jaume Porta a este diario, el resultado de las entrevistas fue que no se conocía la existencia del tráfico de drogas.
Graves acusaciones
«Es un centro pequeño, hay unas 300 personas, por lo que hay una gran relación entre profesores y estudiantes», declaró, «si se traficara con droga, todos lo sabrían». No obstante, dada la gravedad de las acusaciones, decidió poner el caso en manos de la Fiscalía, con cuyos responsables se reunió durante la mañana de ayer. «Quiero que se mantenga la confianza por parte de padres y estudiantes en nuestra universidad, por eso considero necesario que se lleve a cabo una investigación judicial», precisó el rector, quien espera que la Fiscalía archive el caso por no encontrar ningún tipo de actividad delictiva.
El autor de la carta explica que dos amigos, también estudiantes del centro, y él mismo, detectaron estas actividades ilegales el pasado curso. «Para no perjudicar la imagen de nuestra universidad (que en el fondo apreciábamos)», añade, «nos pusimos en contacto con algunas personas para detener estos hechos, pero nadie se prestó a colaborar». El ex alumno explica que recibieron amenazas y que él mismo sufrió una paliza este verano. «Por todo ello he decidido no volver a aquél sitio y buscarme la vida en otra universidad», concluye la carta.