Diario: El Ideal Gallego
Fecha: 15/01/2002
Palabras clave: Marihuana, Consumir Alcohol, Scotland Yard
Tema: Cannabis
La Policía asegura que tratará al príncipe como a cualquier joven
Scotland Yard investigará a Enrique de Inglaterra por fumar marihuana
El príncipe Enrique, de diecisiete años de edad e hijo menor de Carlos de Inglaterra, podría ser objeto de investigación de Scotland Yard tras admitir que ha fumado marihuana y se ha emborrachado varias veces, según confirmó ayer la comisaria de Policía Mandy Evely. Evely, de la Policía de Wiltshire (sur de Inglaterra), donde se embriagó el joven príncipe, señaló que éste será tratado “exactamente igual” que cualquier otro joven por consumir alcohol sin tener la edad legal mínima de consumo, que es de dieciocho años en el Reino Unido.
Según la responsable policial, uno de los periódicos que hizo el domingo estas revelaciones “ha dicho que tiene una recopilación de pruebas contra él” que serán examinadas por la Policía. “Estudiaremos las pruebas y si encontramos algunas que nos permitan actuar, por supuesto que emprenderemos acciones. Queremos impedir que la gente joven caiga en el alcohol y las drogas”, explicó Evely.
La superintendente añadió que la Policía también podría tomar medidas contra los propietarios del bar de Wiltshire que vendieron bebidas alcohólicas al joven príncipe, el tercero en la línea de sucesión al trono.
Posible expulsión del colegio
El príncipe Enrique volvió ayer al selecto colegio de Eton tras pasar la noche en la residencia campestre de su padre en Highgrove (suroeste de Inglaterra), acompañado por su progenitor y su hermano Guillermo, de 19 años.
Según la prensa británica, Enrique podría someterse en el futuro a un examen de orina en Eton y ser expulsado si los resultados dan positivo de consumo de drogas.
El último escándalo de la familia real británica saltó a la luz pública este domingo en las páginas de varios periódicos sensacionalistas. “The News of the World” publicó que los incidentes ocurrieron durante las últimas vacaciones de verano, cuando el príncipe tenía 16 años.
Al enterarse, el príncipe Carlos organizó una visita de su hijo a un centro de rehabilitación para toxicómanos en Londres, con el objetivo de que el joven príncipe aprendiera la lección y supiera de primera mano los efectos de las adicciones, añadía el citado diario. Un portavoz del palacio de Saint James, residencia oficial del príncipe de Gales, ha descrito lo sucedido como “un asunto muy serio” que se ha resuelto en el seno de la Familia Real.
La reina Isabel II de Inglaterra respalda la actitud de su hijo, el príncipe de Gales, sobre la gravedad del caso y sobre la visita a una clínica privada de rehabilitación.