Diario: 24 Horas.com
Fecha: 01/10/2002
Palabras clave: Narcotraficantes, Organización, Perú
Tema: Narcotráfico
NARCOTRAFICANTES EXTRANJEROS NO TEMEN OPERAR EN EL PERÚ
El caso de Christian Louis Boss no es ni será el único caso de un ciudadano extranjero implicado en narcotráfico. Hace dos semanas, la Policía detuvo a dos de sus compatriotas, Carlo Karelsen y Francois Duplessis, quienes formarían parte de la misma organización.
Ellos no fueron engañados, su principal motivación fue económica. Jóvenes que fueron tentados por las mafias internacionales para llevar droga al extranjero se arriesgaron a hacerlo de las formas más diversas.
En el equipaje, entre sus ropas y hasta en el estómago, mediante la ingestión de cientos de cápsulas de clorhidrato de cocaína, todos fueron detenidos en calidad de "burriers".
En los meses de agosto y setiembre cayeron 15 burriers en el aeropuerto Jorge Chávez, en su mayoría peruanos y ecuatorianos. Y en lo que va del año han sido registrados 164.
Los narcotraficantes siempre cuentan con un abastecedor de droga, quien además se encarga de captar a los burriers y acondicionarles los estupefacientes con increíble ingenio.
Obviamente la más peligrosa es la ingesta de cápsulas con droga las cuales pueden alcanzar, según su tamaño hasta un número de 800, a cambio de un par de miles de dólares.
La nueva ruta para llevar la droga al mercado internacional es la vía Lima-Tumbes-Guayaquil y de allí a Europa.
La droga favorita que se trata de vender es el clorhidrato de cocaína por la inexistencia de olor y porque cada kilo en el mercado nacional puede comprarse a solo dos o tres mil dólares, que después en el extranjero alcanza la cifra de US$ 60 mil.