Diario: El Ideal Gallego
Fecha: 14/10/2002
Palabras clave: Botellón, Vecinos, Ayuntamiento
Tema: Alcohol
El Ayuntamiento fracasa en su lucha por erradicar el botellón
La estampa que ofrece la ciudad un domingo por la mañana es, cada vez, más indeseable. Botellas de güisqui, vodka y ginebra amontonadas con las de cola se acumulan en los arenales del Orzán y Riazor. Los portales de las zonas de marcha aparecen llenos de orines, cuando no con las lunas rotas. El mobiliario urbano se sigue destrozando. La lucha que, a principios de mes, iba a emprender el Ayuntamiento contra el botellón ha resultado un completo fracaso.
Los vecinos del Orzán, Riazor y la plaza del Humor ya están cansados. Todos los intentos por erradicar el fenómeno del botellón de calles y playas han fracasado.
Quince días después de que el Ayuntamiento anunciase un plan de lucha para acabar con este problema, los cascos vacíos de las botellas siguen amaneciendo en calles, plazas y arenales de la ciudad.
Para la presidenta de la asociación de vecinos del Orzán, Aure López, no es que el gobierno local no combata el problema, sino que sus medios son insuficientes. “Hemos llegado a un punto que habría que poner a un policía detrás de cada chaval... Son ya miles las personas que beben en la calle, y ni toda la plantilla de la Policía Local bastaría”, lamenta.
A juicio de esta representante vecinal, el Ayuntamiento debería solicitar la colaboración de la Policía Nacional para combatir este fenómeno.
De la misma opinión es el presidente de la asociación de vecinos de la plaza del Humor, Manuel Lires, quien explica que, desde que existe la nueva ley del botellón, su erradicación es también competencia de la Policía Nacional que, sin embargo, “no está haciendo nada”.
“Hay dos cuerpos de seguridad para combatirlo: la Policía Local y la Policía Nacional, pero el problema es que cada uno tira la piedra para el otro tejado”, señala Lires.